Volvieron las clases y, además de preparar los útiles y uniformes, desde el colegio siempre les piden a las familias algo clave: el apto físico escolar. ¿Qué chequeos médicos se tienen que hacer los chicos?
Si bien es obligatorio en las escuelas y para poder realizar actividad física, aunque no lo pidieran en el colegio todos los niños (también los adultos) deben hacerse chequeos médicos cada año. Fundamentalmente en los chicos, el certificado médico garantiza que se encuentren en óptimas condiciones de salud para afrontar el año y es una oportunidad clave para detectar posibles problemas de salud a tiempo, además de fomentar hábitos saludables desde la infancia.
“En las últimas semanas hemos visto cómo la demanda de turnos en nuestros Centros Médicos ha aumentado significativamente. Este crecimiento refleja una mayor conciencia sobre la importancia de la prevención y el bienestar infantil. Por eso, cada año nos preparamos para recibir a las familias que necesitan completar la ficha médica escolar y realizar los requisitos correspondientes, entendiendo la importancia de que nuestros niños y jóvenes inicien el año escolar con su salud en óptimas condiciones”, afirmó Diego Moreno, Gerente del Centro Médico de Boreal Salud.
Cuáles son los chequeos médicos deben hacerse los niños para tener el apto físico
-
Evaluación clínica general: historia clínica completa, antecedentes familiares, examen físico (peso, talla, presión arterial, postura) y control de vacunas.
-
Estudios básicos recomendados: Electrocardiograma (ECG), especialmente en adolescentes y niños que realizan actividad física intensa.
-
Evaluaciones específicas: chequeos oftalmológicos para detectar problemas visuales, consultas a otorrinos por la audición y controles odontológicos para prevenir enfermedades bucales.
¿Por qué es importante que los niños se hagan chequeos médicos todos los años?
Es clave realizarse chequeos médicos integrales para poder tener un diagnóstico temprano que en los niños y niñas permiten, por ejemplo, corregir problemas visuales que pueden afectar su rendimiento académico, detectar afecciones auditivas que dificulten la comunicación o tratar a tiempo cualquier tipo de patología.
Asimismo, estos estudios ayudan a evaluar la capacidad física de los estudiantes para asegurarse de que puedan desarrollar sus actividades sin riesgos para su salud. “Más allá del cumplimiento de un requisito escolar, estos estudios son esenciales para la prevención de enfermedades y la detección temprana de posibles problemas de salud. Gracias a estos controles, es posible evitar complicaciones mayores en el futuro, garantizando que los niños crezcan en un estado óptimo. La revisión del calendario de vacunación, por ejemplo, es clave para evitar enfermedades prevenibles, mientras que la evaluación cardiovascular puede alertar sobre riesgos que, de no tratarse a tiempo, podrían comprometer la salud del menor”, agregó el Dr. Rodrigo Montañes, Pediatra de Boreal Salud (MP 7796).
Y es que contar con un seguimiento médico adecuado permite llevar un control integral del desarrollo del niño o niña. Además, ayuda a establecer el hábito de chequeos regulares y a fomentar una mayor conciencia sobre el cuidado de la salud, promoviendo una infancia más segura y saludable.