Muchas personas eligen no sonreír debido a que tienen sarro en los dientes que, además de ser incómodo y molestar estéticamente, es señal de una mala higiene bucal o falta de constancia. Cómo sacar el sarro de los dientes y qué hacer para que no vuelva.
¿Cómo sacar el sarro de los dientes?
Si bien muchas personas buscan la forma de remover el sarro dental de manera natural o con métodos populares, eliminarlo no es tan sencillo y muchos de los mitos son una mentira. Y es que, a pesar de que hay una amplia variedad de remedios caseros que prometen ayudar, se necesita la intervención de un odontólogo. El procedimiento habitual se conoce como limpieza profilaxis dental o tartrectomía. Este tratamiento puede realizarse mediante el uso de curetas manuales, que traccionan los depósitos sólidos, o con dispositivos de ultrasonido que emiten vibraciones para descomponer y eliminar el sarro adherido tanto a los dientes como debajo de las encías. Y si bien suena raro, no hay por qué temer. Este procedimiento es indoloro y no dura más de 30 minutos. Incluso, en casos de sensibilidad dental severa el profesional puede utilizar anestesia local para mayor comodidad del paciente.
En los casos en los que el sarro se acumula en áreas más profundas, como debajo de las encías, se requiere una limpieza más profunda en la que se realiza un raspado y alisado radicular. Esto consiste en suavizar las superficies de las raíces dentales para facilitar la eliminación de residuos y promover una recuperación saludable del tejido gingival.
La frecuencia de las limpiezas dentales depende de la salud bucal de cada persona y a las recomendaciones de su odontólogo. Habitualmente, se realizan una o dos veces al año. Claro que es recomendable acudir al control anual y consultarlo con su dentista.
¿Cómo prevenir el sarro en los dientes?
Además de la limpieza que puede hacerte tu odontólogo, existen ciertos métodos para prevenir que el sarro vuelva a aparecer en tu sonrisa, entre ellos se encuentran:
- Cepillá bien tus dientes: la forma más fácil de prevenir la placa bacteriana es cepillar los dientes de manera correcta, es decir, asegurarte de limpiar las superficies internas, externas y las caras masticatorias de todos tus dientes, así como la lengua. El cepillado debe durar al menos dos o tres minutos y realizarse dos o tres veces al día, para garantizar una higiene bucal óptima. En ese sentido, una forma eficaz es utilizar cepillos de dientes eléctricos, en especial aquellos con movimientos oscilantes-rotatorios, que son más eficaces para reducir la placa y la inflamación de las encías.
- Elegí una pasta de dientes correcta: si compras una pasta dental con flúor vas a estar un paso adelante en la protección contra el sarro. Este mineral, además de fortalecer el esmalte dental y hacerlo más resistente a los ácidos que originan las caries, interfiere con la formación de la placa bacteriana. Además, tené en cuenta que algunas pastas dentales están formuladas específicamente para controlar el sarro. También son una buena elección los dentífricos con bicarbonato de sodio que tienen una leve acción abrasiva que puede mejorar la eliminación de residuos sin dañar los dientes. Recordá usar productos avalados por organismos que certifiquen su seguridad y no aplicarlo de manera directa.
- Usá hilo dental o cepillos interdentales: la placa bacteriana que se acumula entre diente y diente no puede ser eliminada por el cepillo dental y si no le prestás atención es probable que se calcifique y se transforme en sarro. El hilo dental y los cepillos interdentales son eficaces para acceder a las áreas entre los dientes y debajo de la línea de las encías, eliminando los restos de comida y placa que el cepillo habitual no alcanza. Otro de los dispositivos claves es el irrigador bucal que lanza un chorro de agua a presión capaz de acceder a los espacios entre los dientes y por debajo de la línea de la encía para eliminar bacterias y residuos.
- Utilizá enjuague bucal: el uso de enjuagues bucales que contienen agentes antibacterianos es otra medida clave para reducir y prevenir la acumulación de placa bacteria. Estos productos inhiben el crecimiento de bacterias orales y son un complemento útil al cepillado y al hilo dental.
- Comé sano: evitar o reducir el consumo de alimentos con azúcar y ricos en almidón ayuda a reducir el ambiente propicio para el crecimiento de las bacterias que producen la placa. Además, sumar frutas y verduras frescas a la dieta promueve una masticación vigorosa que aumenta la producción de saliva y ayuda a mantener la boca limpia. También, es clave tomar agua porque contribuye a la salud bucal al ayudar a eliminar los restos de comida y las bacterias.
- Evitá fumar: este hábito está asociado a un mayor riesgo de acumulación de sarro y enfermedades periodontales porque seca la boca, favorece la proliferación de bacterias y complica el control de la placa bacteriana. Además, dejar de fumar reduce las manchas en los dientes y previene complicaciones más graves para la salud como la periodontitis y el cáncer oral.