En medio del contexto de violencia que atraviesa Rosario, este martes por la tarde se vivieron momentos de tensión en la comisaría de Pérez, al sudoeste de la ciudad, y se vivieron momentos de tensión tanto dentro como afuera. Todo comenzó cuando las reclusas comenzaron a quemar objetos dentro de las celdas para exigir mejores condiciones de alojamiento.
El hecho ocurrió en la seccional 22°, donde se alojan 39 mujeres que se encuentran detenidas, cuando el edificio está preparado para tan solo 12 personas. La furia en el interior se trasladó al exterior del edificio, en 1º de Mayo y España, donde familiares de las detenidas se concentraron y cortaron la calle mientras seguían de cerca la situación dentro de la dependencia policial.
Según aseguraron algunas personas que dialogaron con el móvil de Telenoche (El Tres), el pedido puntual responde a que, en pleno verano y con el calor extremo de los últimos días, no cuentan con ventiladores ni suficiente ventilación, además de estar con la capacidad del lugar desbordada.
"Están viviendo mal. Está bien que están pagando lo que hicieron mal, pero tampoco para que vivan así. A veces les cortan el agua, no les pasan la comida, y con el calor se descomponen bastante porque es un lugar re chiquito. A veces duermen en el patio, no hay lugar para todas. Es un desastre", resumieron familiares que se manifestaban afuera, algunos de los cuales permanecían pasadas las 20 cuando ya la situación estaba calmada.
En tanto, el comisario inspector Flavio Aranda, jefe de zona, se autorizó el ingreso de dos ventiladores para dar respuesta al principal reclamo de las reclusas. En relación con la protesta, Aranda aseguró que todo transcurrió "sin violencia afuera ni adentro", ya que "se optó por el diálogo". "Tensión no, simplemente arrojaron unos trozos de almohadas prendidos fuego afuera de las rejas, en el patio, que fueron sofocadas inmediatamente por los bomberos pero no fue de gran magnitud", detalló.
Ataques incendiarios en comisarías de Rosario: la seccional de Pérez había sido atacada
La comisaría 22ª de Pérez había sido noticia recientemente por reclamos similares de internos. El pasado 12 de diciembre, en la puerta incendiaron un auto particular. El dueño del coche, un Toyota Corolla, declaró que estaba en su casa, escuchó voces afuera y rápidamente oyó una explosión. Al salir de su propiedad, vio su auto en llamas y trató de apagarlas con un matafuegos, aunque resultó en vano. Bomberos Voluntarios de Pérez sofocaron las llamas.
Las autoridades constataron daños en el motor, capot, frente y lateral derecho del vehículo. En el lugar también se encontró un trozo de cartón escrito con un mensaje relacionado con las condiciones de detención de presos.
Pocos días después, un Fiat Cronos asignado a la comisaría 9ª fue encontrado en llamas en la puerta de la seccional de Joaquín González al 900.
El jefe de la Unidad Regional II, Daniel Acosta, se refirió a esa intimidación en una entrevista brindada al programa El Contestador (Radio 2): "Ya estuvo el personal de Bomberos. Se confirmó que hubo intencionalidad porque el foco se inicia adentro del habitáculo", afirmó.
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