El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, radicó ante la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente (Ufima) una denuncia penal contra los responsables de cazar un yaguareté (Panthera onca). El hombre se autoincriminó cuando hizo una publicación en sus redes sociales, en donde contó que persiguió al animal hasta lograr cazarlo. Desde la organización para la conservación del medioambiente Proyecto Yaguareté pidieron "concretar acciones de control a cazadores furtivos".
La cartera ambiental informó este viernes, a través de un comunicado, que solicitó a la fiscalía que investigue y actúe contra el o los autores del crimen ambiental de matar al felino el pasado 29 de diciembre, en la localidad de Clorinda, Formosa. La acción del Ministerio se lleva a cabo a partir de la denuncia presentada por la Red Yaguareté ante la Ufima, en el marco de la legislación vigente que establece que la caza está sancionada por la ley 22.421 de Conservación de la Fauna, en concordancia con aquellos delitos establecidos en el Código Penal.
En la misma línea, la Administración de Parques Nacionales (APN), dependiente de esta cartera, se presentó como querellante en la causa, pese a que el hecho no sucedió dentro de un área protegida. "Como el yaguareté es monumento nacional (establecido en la ley 25.463), Parques asume un rol activo", explicaron en la página de Facebook de Proyecto Yaguareté y alertaron sobre la situación actual que atraviesa el felino que supo ocupar gran parte del territorio. "En nuestro país contamos con una población de yaguaretés que está en peligro de extinción (Resolución 1030/04)", dijeron.
Por eso, llamaron a denunciar su persecución y el comercio ilegal de sus productos y advirtieron que "la conservación del yaguareté es responsabilidad de todas y todos".
Por su parte, desde Parques Nacionales emitieron un comunicado en el que señalaron que la situación "es tan grave" que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en colaboración con investigadores y expertos argentinos de la Sociedad argentina para el estudio de mamíferos, categorizó a la especie como "en Peligro Crítico de extinción en el territorio de la República Argentina".
El yaguareté es uno de los animales predilectos de los cazadores furtivos y para el tráfico para el uso de sus pieles y productos, como así también para la actividad deportiva. La caza es su mayor amenaza actual, sin embargo, la destrucción y degradación de su ambiente natural constituyeron un factor fundamental para la desaparición de los ejemplares a lo largo de los años.
Históricamente, el yaguareté se distribuía ampliamente en nuestro país, desde el norte hasta el río Colorado; actualmente solo se encuentra en las Yungas de Salta y Jujuy, la Selva Misionera y algunos sectores de la región chaqueña y de la provincia de Corrientes.
En nuestro país, la normativa nacional y provincial vigente establece la ilegalidad de la caza de esta especie; en esta línea, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación junto con la APN trabajan en políticas para fortalecer la concientización sobre la conservación y protección de esta especie y su reintroducción en la región chaqueña y el litoral.
Las consecuencias de la extinción del yaguareté
Desde Parques Nacionales advirtieron que la pérdida constante de individuos adultos de yaguareté genera un impacto muy grande en sus poblaciones naturales e intensifica su reducción poblacional, que actualmente se limita a algunos sectores de la región chaqueña, las Yungas y la Selva Misionera.
En el caso particular de la provincia de Formosa, la especie fue declarada además Monumento Natural Provincial en 2018 a través de la ley provincial Nº 1673.
En esa línea, desde la organización Proyecto Yaguareté establecieron claves para frenar la pérdida y la fragmentación de su hábitat:
- Sancionando y haciendo cumplir las leyes existentes;
- Concretar acciones de control a cazadores furtivos. Proveer de personal, equipos, recursos suficientes para la fiscalización efectiva y propiciar la participación ciudadana para frenar la actividad;
- Desarrollar iniciativas de educación ambiental que ayuden a comprender la importancia de la especie en nuestros ecosistemas, desmitificar su peligrosidad y compartir saberes que ayuden a lograr una convivencia armoniosa entre las personas y los grandes felinos, como el yaguareté.
Además, "es muy importante involucrarse y apoyar a organizaciones que trabajan en algunos de estos temas, por lo general son equipos de trabajo autogestivos o dependen de financiamientos interrumpidos", indicaron.
Con información de Télam