El fuego no da tregua en La Pampa, donde dos incendios forestales permanecen activos y ya consumieron más de 83.000 hectáreas desde noviembre, según confirmaron autoridades provinciales y federales. Brigadistas y bomberos voluntarios continúan desplegados en distintos frentes, mientras que en Neuquén la situación logró ser contenida en Junín de los Andes y La Rinconada tras un intenso operativo nocturno.
En el territorio pampeano, el director de Defensa Civil, David García, precisó que los esfuerzos se concentran en dos puntos críticos: uno en el cruce de las rutas provinciales 28 y 1, cerca de Bernasconi y General San Martín, donde se trabaja con apoyo aéreo; y otro sobre la Ruta Provincial 12, a pocos kilómetros de la Ruta Nacional 35, al norte de Santa Rosa, en una zona de monte bajo que requiere tareas intensivas para frenar la expansión de las llamas.
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De acuerdo con el último parte de la Agencia Federal de Emergencias (AFE), el incendio denominado “La Blanca Grande”, en Hucal, aún no pudo ser controlado, pese a la intervención de brigadas provinciales, bomberos voluntarios y un avión hidrante AT 802. En paralelo, otros focos como “La Aguará”, “La Marielita Wolf” y “La Travesía”, también en Hucal, fueron contenidos, al igual que los registrados en Conhelo y Chalileo.
Cómo continúa el incendio
Sin embargo, la situación sigue siendo crítica en Jacinto Arauz y Alpachiri, donde bomberos locales y de Miguel Riglos lograron contener parcialmente los focos iniciados el lunes. El Servicio Nacional de Manejo del Fuego mantiene la alerta roja en toda la provincia por riesgo extremo, debido a las altas temperaturas, la sequedad del suelo y la posibilidad de tormentas eléctricas que podrían originar nuevos focos.
La magnitud del desastre obligó a movilizar más de 20 asociaciones de bomberos voluntarios entre el 26 y el 28 de diciembre, con cuarteles de distintas localidades trabajando sobre rutas estratégicas y estableciendo guardias de cenizas en áreas como Jacinto Arauz y Santa Isabel, donde el fuego fue contenido pero persiste la amenaza de reactivaciones. En Utracán, un tercer foco fue rápidamente controlado, aunque se reportaron daños en el ingreso a Alpachiri.
El balance oficial indica que en los últimos dos meses se han quemado cerca de 83.000 hectáreas, cifra que podría aumentar al contabilizar los focos aún activos. Por ello, las autoridades instaron a la población a extremar precauciones en un contexto ambiental altamente peligroso.
En contraste, en Neuquén el fuego en Estancia Chacayal, entre La Rinconada y Junín de los Andes, fue contenido tras un operativo que involucró a más de 50 brigadistas del Sistema Provincial de Manejo del Fuego, Parques Nacionales y bomberos voluntarios, con apoyo de dos aviones hidrantes y un helicóptero. Según la Secretaría de Emergencias y Gestión del Riesgo (SIEN), el incendio afectó unas 700 hectáreas de pastizales y matorrales, y las tareas de enfriamiento continuaban hasta la noche del martes.
