Existe un pueblo a 190 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires que tiene tan solo 5 habitantes y es ideal para conocer en verano. Si estás buscando destinos rurales para hacer una escapada o irte de vacaciones, lejos del turismo y del caos de la ciudad, este pueblo es una gran opción para desconectar.
Se trata de Indacochea, un pueblo diminuto dentro del partido de Chivilcoy, en el que viven apenas 5 personas, según relevamientos locales. El pueblo está rodeado de campos y largos caminos rurales, ideales para los que buscan conectar con la naturaleza y el silencio.
Está cerca del Río Salado, lo que lo lo convierte también en un punto perfecto para la pesca y para realizar paseos al aire libre, como caminatas o picnics en familia. Es un destino perfecto para los viajeros que buscan perderse en la inmensidad del campo y se animan a probar destinos nuevos y poco conocidos.
Qué hacer en Indacochea
A pesar de ser un pueblo muy chico, Indacochea tiene varias propuestas interesantes para los que disfrutan de la vida rural. Se puede comenzar un recorrido caminando por sus calles de tierra y mirando sus antiguas viviendas, que todavía conservan su arquitectura típica.
Su parada más histórica es la estación del Ferrocarril Midland, inaugurada en 1911 y clausurada en 1977. Allí se pueden ver sus andenes con galpones oxidados, que son testimonio de la vida de quienes lo usaban a diario. Si te gusta la historia y la fotografía, es una parada ideal para sacar fotos.
Allí también funcionaron los bares La vieja esquina y el restaurante El boliche, que hoy en día ya no funcionan. También forman parte del recorrido la Capilla María Auxiliadora y la Escuela Primaria Nº 26, dos edificios clave de la identidad de Indacochea.
Si sos de los que prefieren conectar con la naturaleza, hay muchos caminos para caminar, mirar aves, hacer picnics y disfrutar de los atardeceres. El Río Salado es parada obligatoria para los fanáticos de la pesca.
MÁS INFO
Su historia con el ferrocarril
La historia de este pueblo está profundamente marcada por el ferrocarril, ya que Indacochea nació y creció alrededor de su estación, que fue inaugurada el 15 de mayo de 1911. A partir de 1977, la estación fue clausurada. Este cierre fue clave, ya que marcó el inicio del declive poblacional y económico de la zona.
Gran parte de las viviendas quedaron vacías, los comercios cerraron y el ritmo de la vida rural fue apagándose. Al día de hoy, Indacochea es una de las opciones más atractivas para quienes buscan la tranquilidad de un pueblo rural solitario sin salir de la provincia de Buenos Aires.
