El femicidio de Nora Dalmasso, ocurrido el 25 de noviembre de 2006 en el exclusivo country Villa Golf de Río Cuarto, Córdoba, es uno de los casos más impactantes y prolongados en la historia judicial argentina. Durante más de 18 años, la investigación atravesó innumerables giros y controversias, dejando una estela de dudas sobre los responsables del crimen. Nora, madre de dos hijos y esposa de Marcelo Macarrón, fue hallada asfixiada con el cinturón de su bata, y la escena del crimen fue adulterada por al menos 23 personas, complicando las pesquisas desde el inicio.
En sus primeros años, el caso estuvo marcado por la acusación al albañil Gastón Zárate, quien trabajaba en el lugar y fue señalado sin pruebas concluyentes. Esto dio origen a la recordada "marcha del perejil", en la que vecinos y organizaciones reclamaban justicia para quienes eran incriminados sin evidencias sólidas.
Las sospechas se dirigieron hacia el entorno familiar, involucrando a Marcelo Macarrón como presunto instigador del crimen y a su hijo Facundo Macarrón, quien también enfrentó acusaciones durante años. Sin embargo, ambos fueron absueltos tras juicios que no lograron probar su culpabilidad.
Los hallazgos del 2023: quién es el asesino
En 2023, nuevas pericias genéticas lideradas por el fiscal Pablo Jávega reavivaron el caso con hallazgos determinantes. Gracias a tecnologías avanzadas, se identificó ADN de Roberto Bárzola, un colocador de pisos que había trabajado en la casa de Nora Dalmasso y ya había sido señalado en etapas tempranas de la investigación.
Las muestras de vello púbico y del cinturón utilizado para asfixiar a la víctima ubicaron al parquetista en la escena del crimen, consolidando la hipótesis de un abuso sexual seguido de homicidio. Aunque la causa está prescripta, la Justicia busca alternativas legales para imputarlo y llevarlo a juicio, con el objetivo de dar respuestas a una familia que lleva casi dos décadas exigiendo verdad y justicia.
El caso Nora Dalmasso, más allá de los avances recientes, evidencia las falencias de un sistema judicial que permitió que se perdieran pruebas clave y que retrasó la resolución de un crimen de género. Hoy, la sociedad argentina sigue demandando que se esclarezca quién mató a Nora Dalmasso, con la esperanza de que no quede impune y que el nombre del verdadero culpable cierre este capítulo oscuro de la historia judicial del país.