Mientras la fiscal federal de Bell Ville, Virginia Miguel Carmona, dispuso nuevos operativos en la zona de Ballesteros Sud -entre ellos, remover montículos de tierra y revisar pilas y hornos de ladrillos- con el objetivo de encontrar a Lian Gael Flores Soraide, los padres del niño de 3 años desaparecido en Córdoba solicitaron el uso de imágenes solicitadas combinadas con Inteligencia Artificial (IA) para detectar movimientos de tierra en el lugar. Cuál es la hipótesis que persigue la querella.
En las últimas horas, el pedido de los abogados Darío Baggini y Florencia Guizo -representantes de los padres del pequeño, Elías Flores y Plácida Soraire-, tomó mucha fuerza. "El uso de imágenes satelitales multiespectrales y de radar de apertura sintética (SAR) ha sido ampliamente documentado en investigaciones forenses y de desapariciones de personas", indicaron. Para ello, se requirió la intervención de organismos como la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), entre otras.
"En el ámbito criminal, estas tecnologías han sido utilizadas para detectar alteraciones en el terreno mediante la comparación de imágenes previas y posteriores a la fecha de la desaparición", apuntaron.
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Dicha metodología, según explicaron ambos letrados, fue utilizada en fosas clandestinas en México, en la investigación sobre crímenes de guerra en Ucrania y Sudán y específicamente en un caso similar al de Lian: la desaparición de Madeleine McCann, la niña inglesa de 4 años que desapareció durante sus vacaciones en Praia da Luz, Portugal, durante mayo del 2007.
La hipótesis de la familia de Lian Flores
Frente a las medidas solicitadas por los letrados que representan a la familia Flores Soraide, buscan determinar si existieron excavaciones clandestinas, entierros recientes o alteraciones en alguno de los terrenos del barrio donde el pequeño de 3 años vivía junto a sus padres, a 182 kilómetros de la capital provincial cordobesa.
Según la hipótesis principal de la querella, integrada por Baggini y Guizo, Lian Flores podría haber sido atropellado y enterrado en la zona. De todas maneras, al igual que lo expresado por la fiscal a cargo de la investigación, no descarta otro tipo de homicidio o delito en el marco de su desaparición.
También buscan que se detecten alteraciones del suelo en caminos rurales cercanos: desde el cortadero de ladrillos, los campos con acceso cercano a estas rutas, pozos de agua abandonados, zonas de vegetación recientemente removida, descargas de escombros y demás movimientos.
Mientras tanto, desde el pasado martes, realizan excavaciones en el patio de la casa de Marcelino -un testigo clave, que brindó el dato de la camioneta blanca con vidrios polarizados que vio el día que desapareció-.
Junto al análisis global de toda la prueba recabada por parte de la Fiscalía, ahora buscan analizar un predio de 18 hectáreas donde hay varios montículos de tierra y hornos de ladrillos.
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