Camionetas, allanamientos, curanderas y hornos de ladrillo: 20 días sin Lian Flores

Todavía no hay pistas sobre lo ocurrido con Lian Gael Flores Soraide, desaparecido en Ballesteros Sud el 22 de febrero pasado. Qué se sabe hasta ahora y qué dispuso la fiscal.

14 de marzo, 2025 | 20.37
Camionetas, allanamientos, curanderas y hornos de ladrillo: 20 días sin Lian Flores Camionetas, allanamientos, curanderas y hornos de ladrillo: 20 días sin Lian Flores

A 20 días de la desaparición de Lian Gael Flores Soraide, el niño de tres años oriundo de Ballesteros Sud, provincia de Córdoba, la investigación se mantiene bajo un estricto secreto de sumario y las autoridades provinciales no descartan ninguna hipótesis mientras los rastrillajes no reflejan resultados de ningún tipo. "No podemos hablar de un chico que se perdió, la situación es peor que un homicidio o un secuestro", sostiene el abogado de la familia.

Mientras el letrado Darío Baggini asegura que el pequeño no se perdió, luego de que los rastrillajes en la zona cero dieran negativo, remarcó que desconoce "si la investigación estuvo bien hecha o hay encubridores" en medio del hermetismo y la angustia de la familia. Mientras el secreto de sumario se mantiene vigente, en diálogo con Noticias Argentinas, el abogado detalló que analizan celulares, cámaras de seguridad y pruebas internacionales.

Cabe recordar que Lian Flores Soraide fue visto por última vez el sábado 22 de febrero, cerca de las 15, cuando salió a jugar al patio de su casa y nunca más regresó. En el proceso se realizaron excavaciones, remoción de montículos de tierra y hasta inspección de hornos de ladrillo con perros rastreadores y georradares. Su paradero es todavía una incógnita.

Mientras tanto, la fiscal federal de Bell Ville, María Virginia Miguel Carmona -que trabaja junto a los fiscales provinciales Isabel Reyna y Nicolás Gambini-, confirmó que las tareas de búsqueda de la "zona cero" concluyeron sin éxito.

En el medio, la causa tuvo diversas pistas y giros: la camioneta blanca de vidrios polarizados observada por diversos testigos en el área y durante el horario de la desaparición -que generó el secuestro de vehículos de similares características para su análisis-, el traslado de la investigación a Villa María (30 kilómetros de la zona de interés) para realizar 16 allanamientos en un cortadero de ladrillos perteneciente a la comunidad boliviana que dio negativo y la mujer conocida como "La Abuelita", una curandera de 74 años que viajó a Jujuy el mismo día. Sobre esto último, si bien se allanó su vivienda y secuestraron elementos, no se hallaron pruebas que la vinculen con el niño.

Entre otras hipótesis teorías presentes en lo que parece un total desconcierto de los fiscales, está un secuestro extorsivo. Incluso, se libró un exhorto internacional para investigar la posibilidad y se sumó la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) para seguir otra línea posible. Mientras tanto, el Gobierno de Martín Llaryora y el Ministerio de Seguridad de Bullrich mantienen una recompensa de 20 millones de pesos para quien aporte algún tipo de información sobre Lian.

"Lian no está acá": los operativos en el campo dieron negativos

La semana pasada, la Justicia Federal volvió a tomar declaración a los padres del pequeño después de que finalizaran todos los rastrillajes y operativos en el predio de 18 hectáreas donde vive la familia junto a otras familias de la comunidad boliviana y donde vieron por última vez al chiquito de 3 años. Los últimos operativos de búsqueda que organizó la fiscal federal Miguel Carmona incluyeron los movimientos de varios montículos de tierra y aserrín y la remoción de los hornos y cortadoras de ladrillos con los que trabaja la comunidad.

Después de terminados los operativos, la fiscal explicó los movimientos y fue categórica: “Lian no está acá”, en referencia al lugar donde durante 11 días se hicieron rastrillajes y se buscaron indicios para saber qué había pasado con el niño. Pese a la definición, la encargada de la investigación aseguró que “esto no significa que dejemos de buscarlo” y explicó que a partir de ahora deberán continuar con otras medidas y poder así avanzar con la investigación que empezó con la reiteración de las testimoniales de los papás y la búsqueda de turbos y especialistas para realizar cámaras Gesell a los hermanos, mientras esperan los resultados de pericias a vehículos y celulares.

Ahora, los investigadores judiciales se centran en los testimonios de la familia y en el entorno del menor, lo que incluye a las familias que viven en el mismo predio. Fuentes judiciales aseguraron que buscan profundizar las declaraciones ya que muchos de los familiares de Lian y de los vecinos mezclan palabras en castellano, quechua o aymara y eso hace muy difícil entender algunas explicaciones o, en todo caso, pueden confundir a los investigadores. De esta forma se espera que en los próximos días vuelvan a pasar todos por la fiscalía. Además, buscarán reconstruir los movimientos de esa camioneta que denunciaron los vecinos y así saber si esa hipótesis es posible de sustentar.

Uno de los detalles que no pasaron por alto los investigadores tiene que ver con la escolaridad de los menores. Fuentes cercanas a la causa aseguraron que tanto Lian como sus hermanos mayores son considerados buenos alumnos y destacaron que desde el colegio marcaron el esfuerzo de los padres por la educación de sus hijos. Sin embargo, las mismas fuentes destacan que los pequeños pueden generar una confianza que en el caso de lograrla puede ser fácilmente captable sin mayores resistencias. Ese punto, para los investigadores, es clave en la investigación ya que una hipótesis que sostienen es que el pequeño fue captado por alguien en quien podía conocer y confiar, lo que reduce bastante la posible lista de sospechosos.