La implementación de la normativa que regula el uso de celulares en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires generó un cambio significativo en las dinámicas de las aulas. A tan solo dos meses de su puesta en marcha, un estudio reciente revela algunos datos alentadores sobre el impacto de esta medida en el aprendizaje y la interacción social de los estudiantes. Los directivos expresan que los alumnos prestan más atención en clases (73,5%) y conversan más con sus amigos en la escuela (55,9%).
Si bien los dispositivos electrónicos ofrecen numerosas herramientas útiles, su uso inadecuado puede tener consecuencias negativas en el proceso educativo y el desarrollo integral de los alumnos. Frente a esto, el Ministerio de Educación porteño estableció en agosto una serie de pautas para limitar su utilización en las escuelas.
El relevamiento llevado a cabo por la cartera educativa indicó que el 96% de los directivos y 98% docentes consideran que el uso de celulares dificulta, en alguna medida, la atención y participación de los estudiantes e incluso el 80% de los docentes expresa que interrumpe clases por esta problemática. La encuesta, realizada entre el 2 y el 18 de octubre, incluyó la participación de 4.082 estudiantes de tercer año, 150 docentes del mismo año de estudio y 40 directivos de 25 escuelas estatales y 25 escuelas privadas de la Ciudad, de todas las comunas, distritos escolares y deciles socioeconómicos.
La resolución ministerial especifica que cada institución educativa tiene la responsabilidad de implementar las medidas correspondientes, en consonancia con las necesidades y particularidades de su comunidad. Las autoridades escolares deben comunicar las pautas a la comunidad educativa y establecer las consecuencias en caso de incumplimiento, como la retención de los dispositivos hasta el final de la jornada escolar.
El efecto de la resolución fue contundente: un 62,5% de los directivos encuestados expresa que la cantidad de tiempo en que los estudiantes tienen permitido usar el celular en la escuela disminuyó luego de la regulación del uso de dispositivos digitales, mientras que un 22,5% dice no estar seguro y un 15% indica que la cantidad de tiempo no disminuyó. En ese sentido, una proporción importante (32,4%) observa mayor aburrimiento en sus estudiantes.
Además, las preguntas fueron respondidas por 150 docentes del Nivel Secundario (62% del sector estatal y 38% del sector privado) de las distintas modalidades. El 64% de los docentes que participaron son mujeres. Al preguntarles si los estudiantes tienen permitido utilizar el celular en clase, 8 de cada 10 maestros indicaron que sí, pero en momentos puntuales (por ejemplo, para realizar trabajos). A su vez. solo un 4% de los docentes respondientes no considera que el uso de celulares sea una problemática que dificulta la atención y participación de los estudiantes en la escuela.
Complementariamente, se indagó por la frecuencia con que los docentes interrumpen sus clases por el uso de los celulares. La mayoría indicó que lo hace en en algunas clases/cursos en particular (41,3%) o en casi todas las clases (38,7%). Solo un 4% refiere que nunca o casi nunca interrumpe sus clases debido a los celulares.
Asimismo, se refirieron a su percepción sobre las modificaciones respecto al tiempo de uso de dispositivos digitales observaron los siguientes cambios de hábitos en sus estudiantes: prestan más atención en clase (56,2%), conversan más con amigos en la escuela (40,5%), se sienten más aburridos (25,6%) y están más tranquilos (20,7%).
CABA: el 87% de los estudiantes dice que utiliza el celular en la escuela
Los alumnos también formaron parte del trabajo de campo realizado por la Ciudad. La encuesta fue respondida por 4.082 estudiantes de 50 escuelas Nivel Secundario, (61% del sector estatal y 38% del sector privado). La proporción entre varones y mujeres es homogénea (50,7% varones, 45,4% mujeres y 3,8 se identifica con otro género).
Mientras 9 de cada 10 adolescentes respondientes indicó tener celular propio, un 87,3% dice que lo utiliza el celular en la escuela. En relación con los momentos de uso del celular en la escuela, las respuestas se distribuyen de la siguiente manera: un 92,6% indica usarlo en las horas libres, un 88,3% en los recreos y un 37,3% en las clases. Al preguntarles por los últimos dos meses (desde la implementación de regulación de dispositivos personales digitales), un 25,4% de los estudiantes indica que este tiempo disminuyó y un 65,9% que se mantuvo igual.
Entre los hábitos que se modificaron como consecuencia del menor uso de celular en la escuela los estudiantes, los estudiantes mencionaron que:
- Prestan más atención en clase (57,4%).
- Conversan más con sus amigos (47,4%).
- Se aburren más (41,3%).
- Se sienten más tranquilos (22,9%).
- Juega más con los amigos (17,5%).
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