Durante la temporada de verano y las altas temperaturas, se hace mucho más habitual el golpe de calor. Los elevados registros térmicos representan un verdadero riesgo para la salud, sobre todo para los bebés menores de un año, los adultos mayores de 65 o las personas con patologías crónicas.
“El agotamiento por calor aparece antes de que se alteren los mecanismos para regular su temperatura. Este se manifiesta con sudoración excesiva, cansancio, debilidad, calambres, náuseas, cefaleas, mareos y en los niños se puede manifestar también con irritabilidad, llanto excesivo, inapetencia y piel irritada por sudor excesivo”, explicó el médico clínico Diego Sánchez Gelós.
Por qué se dan los golpes de calor y cuáles son sus síntomas
Cuando se pierden los mecanismos de regulación de la temperatura corporal. aparece el golpe de calor. Se puede registrar sintomatología variada y por ello, los expertos advierten estar más atentos para poder evitar más dificultades para la salud.
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Entre los principales síntomas aparecen:
- Fiebre mayor de 39°C
- Piel roja, caliente y seca
- Falta de lágrimas
- Empeoramiento del dolor de cabeza
- Apatía
- Somnolencia, vértigos, confusión y desorientación mental
- Delirios y pérdida del conocimiento
- Convulsiones
El golpe de calor y el agotamiento son consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas. También pueden darse por el esfuerzo físico intenso en condiciones de calor y humedad o espacios cerrados, generando al cuerpo dificultades para regular su temperatura, según explicó el doctor del Hospital de Clínicas.
"Los adultos mayores muchas veces no perciben la sed adecuadamente y en los niños pequeños ocurre algo similar, con el agravante de que no siempre pueden acceder al agua por sí mismos", subrayó el especialista. Y en esa línea, agregó: "También es más crítico para quienes padecen enfermedades cardiovasculares, diabetes u otras patologías predisponentes. Hay que prestar especial atención a estos dos grupos frente a condiciones meteorológicas extremas".
Cómo actuar ante un golpe de calor
“En el inicio de los síntomas, el manejo implica garantizar descanso en ambientes frescos y secos, usando ventilador o aire acondicionado; aflojar o sacarse la ropa y usar paños húmedos o agua fresca para enfriar el cuerpo. Darle de tomar agua si la persona está consciente, ofrecer líquidos frescos, preferentemente agua o pecho en lactantes y evitar bebidas azucaradas o calientes", explicó Sánchez Gelós.
"En el caso de los adultos mayores y niños pequeños que se muestran inusualmente calmados, se duermen repentinamente o se desvanecen o si el cuadro empeora es fundamental llamar al sistema de emergencias”, agregó el especialista. Además, consignó las acciones que pueden implementarse para evitar golpes de calor:
- Beber líquidos fríos de forma regular. Los adultos deben ingerir al menos 2 litros diarios y los lactantes tomar pecho más frecuentemente.
- Permanecer en espacios ventilados, frescos y secos. Evitar exponerse al sol entre las 10hs y las 17hs, y al aire libre buscar zonas de sombra.
- Usar prendas sueltas, claras, ligeras y de algodón, también se recomiendan los sombreros o gorras para protegerse del sol.
- En la alimentación priorizar frutas y verduras ricas en agua y evitar comidas abundantes y pesadas.
- Realizar ejercicio preferentemente en espacios abiertos, por la mañana o al atardecer, y mantenerse hidratado antes, durante y después de la actividad.
- En el cuidado de adultos mayores y de niños asegurarse que tengan acceso permanente a líquidos y que permanezcan en lugares frescos, secos y ventilados.
