Piel en invierno: cómo cuidarla en esta época

29 de agosto, 2022 | 10.00

Hace frío y tu cuerpo lo sabe. ¿Notaste que te resulta más difícil mantener la piel saludable durante el invierno? Algo parecido puede pasar con el pelo y las uñas. Esto tiene una explicación. 

Los cambios de clima y los hábitos con que los acompañamos tienen consecuencias en todo nuestro organismo. Los cambios en la piel son de los más evidentes. ¡No olvidemos que se trata del órgano más grande del cuerpo humano!

Pero no desesperes. Con información y un poco de cuidado, vas a poder evitar la piel seca en invierno. Seguí leyendo y preparate para lucir una piel saludable y fresca a lo largo del año.

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Efectos del invierno sobre la piel

Antes de empezar, veamos cuáles son los efectos del otoño y el invierno en nuestra piel y a qué se deben. En invierno no solamente pasamos frío. Es frecuente experimentar bruscos cambios de temperatura, debido al acondicionamiento climático de los espacios.

Está instalado que este paso permanente de frío al calor y del calor al frío puede golpearnos la salud con una gripe o resfrío, y es cierto. Lo que no solemos tener en cuenta son las consecuencias de estos cambios de temperatura en nuestra piel.

El frío del exterior y el calor seco de los aires acondicionados y calefactores afectan la humedad de nuestros poros. Es por eso que la piel comienza a verse seca y, a veces, pica.

En los casos más drásticos se llega a paspar y resquebrajar. También es común que se irrite en determinadas zonas, o incluso se inflame. Todo esto puede pasar si no mantenemos una piel saludable a lo largo de todo el año. 

Si te duele o los síntomas son excesivos, no dejes de visitar a un profesional de la salud. Un dermatólogo va a saber diagnosticar el estado de tu piel y te dará las herramientas precisas para su cuidado.

Pero, si identificás que el tuyo es un típico caso de piel seca en invierno, quédate acá. Con leer este artículo y poner estos consejos en práctica será suficiente.

Cómo mantener la piel en invierno saludable

Ocuparse por mantener una piel saludable no es solo cuestión de vanidad. Volvemos a repetir que se trata de un órgano y, como tal, tiene funciones que cumplir.

La piel protege nuestro cuerpo de los gérmenes y cumple roles fundamentales en los sistemas inmunológico, nervioso y endócrino. Para que pueda hacer bien su trabajo, debemos cuidarla. En algunos momentos del año estos cuidados requieren un poquito más de esfuerzo. 

¡Pero no es para tanto! Prestá atención. Te contamos qué hacer y qué no, para evitar la piel seca en invierno.

Usá protector solar

El protector solar (de factor SPF 50, mínimo) es lo primero a tener en cuenta para mantener una piel saludable. No es solo para el verano ni cuando estamos expuestos directamente al sol por horas prolongadas.

El protector solar es lo primero a tener en cuenta para mantener la piel saludable.

Aplicar protector solar a diario es una manera de proteger nuestra salud. Un hábito que todos deberíamos incorporar, para prevenir graves enfermedades como el cáncer de piel, además de evitar su envejecimiento prematuro. 

El protector solar nos protege no solo de los rayos UV, sino también de los cambios de temperatura, la luz artificial y la sequedad del rostro. Hay que aplicarlo todas las mañanas, ¡sin falta!

 

Hidratación

Es una buena idea tomar un vaso de agua ahora. Ya mismo. No importa cuándo leas esto. La importancia de la hidratación es indiscutible y sobran los motivos para cuidar este aspecto tan simple y básico de nuestra salud. Y resulta que para mantener una piel saludable, tomar suficiente agua es importante. 

Es una buena idea tomar un vaso de agua ahora. Ya mismo. No importa cuándo leas esto.

Comé grasas saludables

“Somos lo que comemos”. Sabemos que nuestra alimentación impacta inmediatamente en nuestra salud integral. La piel no es la excepción a esta regla. 

En temporadas frías, tu cuerpo necesita grasas saludables y omega 3 para mantener intacta la barrera de tu piel. ¿De qué alimentos estamos hablando? Tratá de incluir en tu dieta de invierno: pescado, nueces, aceite de oliva y palta. 

 

Evitá las duchas muy calientes

Sí, hace frío, llegás cansado y nada suena tan bien como una larga ducha caliente. ¡Atención! Este puede ser el gran problema que explique tu piel seca en invierno. Lo ideal es tomar duchas de 5 minutos o menos, con agua tibia. 

¡Abrigate, que hace frío!

Suena obvio y parece un chiste, pero no lo es. No importa si sos de los que sufren excesivamente las bajas temperaturas o si tu cuerpo está hecho para sobrevivir en el Polo Norte.

Incluso si abrigando bien tu torso te sentís suficientemente cómodo, lo ideal sería que evites que el viento frío castigue tu piel. Una buena bufanda y un par de guantes son, para esto, tus mejores amigos. Si, además, estás con ganas de proteger tu pelo, sumale un sombrero o gorrito al vestuario.

Importancia de la vitamina C

Es sabido que la vitamina C hace grandes favores a nuestro organismo. Además, muchos de nosotros crecimos con nuestras madres y abuelas repitiendo sobre la importancia de tomar jugo de naranja en invierno para evitar resfríos.

Resulta que la vitamina C incentiva también la producción de colágeno en nuestro cuerpo. Se trata de una proteína fundamental para cualquier piel saludable. 

En simples palabras, el colágeno ayuda a nuestra piel a mantenerse tersa y sana. Consumir cítricos y hojas verdes en invierno es una excelente idea.

Humectá la piel

Que no te falte la crema

Además de mantener tu cuerpo hidratado tomando suficientes cantidades de agua, humectar la piel es siempre una excelente idea. El invierno es momento de comprarte una crema blanca bien espesa y usarla sin miedo.

Algunos ingredientes que está bueno encontrar en tu crema de elección son: lípidos, colesteroles y ceramidas. Estos ingredientes reparan el daño de la piel. Por otro lado, prestá atención a estos otros ingredientes que ayudan a tu piel a mantener su humectación: glicerina, vitamina E y manteca de karité.

Un tip a tener en cuenta es que si te ponés la crema apenas salís de la ducha sin estar del todo seca la piel, se vuelve más efectivo. Esto es porque funciona atrapando la humedad que tu piel contiene en ese momento. 

¿Te sentís extra inspirado para darle un cuidado a tu piel, o sentís que la sequedad requiere medidas más fuertes que la aplicación de crema? Tenemos otros consejos de humectación para vos.

Unas gotitas de aceite

¿Tenés bañera? De ser así, es momento de sacarle provecho con un baño de inmersión humectante. Prepará el baño como más te guste y, antes de sumergirte, agregá unas gotitas de aceite de oliva al agua. Si tenés aceite de uva en tu casa, también es una buena opción.

Si, al contrario, no tenés bañera, no te preocupes. Duchate como de costumbre (sin exagerar con la temperatura del agua). Después de secarte, aplicá con cuidado una capa bien fina de aceite sobre tu piel.

Lo recomendable es hacer esto al final del día, así te podés poner un pijama viejo y sin preocuparte por manchas u olores. ¿Te animás a probar?

Evitá los cambios de temperatura

Los cambios extremos de temperatura no son saludables. Tampoco lo es el ambiente seco que se genera con los diferentes métodos de calefacción. Si bien andar en remera en casa es cómodo, resulta innecesario en los meses fríos.

No exageres con la calefacción para cuidar tu salud. Además, resulta más barato y ecológico.

Evitá productos agresivos

A veces la desesperación por resolver un problema, lo agrava. Si ves que la piel de tu cara está afectada por el clima, no te vuelvas loco.

Está bien cuidarla con productos de skin care, pero elegí siempre ingredientes hipoalergénicos. Evitá lociones, cremas y serums perfumados. Además, si vas a incorporar más de un producto a tu rutina, hacelo de a poco, uno por uno. De esta manera, si uno te genera alguna reacción negativa, sabrás identificarlo.

Cómo evitar la nariz roja

¿Te resulta misterioso el fenómeno de la nariz colorada en invierno? ¡Expliquemos por qué pasa esto de una vez!

Es simple: cuando hace frío, nuestra circulación sanguínea disminuye. Una de las consecuencias es que circula menos sangre en la zona de la nariz. Si estábamos pasando frío al aire libre y de pronto entramos, los vasos sanguíneos se dilatan rápidamente. La sangre corre de golpe a nuestra nariz y por eso se ve roja.

Si te molesta mucho, es fácil de evitar o revertir. Solamente tenés que aplicar una compresa tibia (no caliente) en la zona, durante un par de minutos, cuando hayas entrado al lugar calefaccionado.

Cómo cuidar los labios en invierno

A veces pareciera que una vez que se nos paspan los labios en invierno, estamos condenados a sufrirlos de esa manera hasta que llegue la primavera. ¿Por qué es tan difícil mantener la piel saludable en esa zona?

El primer paso de cuidado de nuestros labios es obvio, pero no está de más aclararlo. La manteca de cacao debe estar siempre a mano. 

Sin embargo, a veces la situación es más grave y la manteca simplemente parece deslizarse sobre la piel muerta. En estos casos, es necesario exfoliar.

Podés hacerlo pasando suavemente un cepillo de dientes limpio por la zona, o con una mezcla de azúcar y aceite de oliva. Así, retirarás el exceso de piel y, cuando hidrates, lo harás solo sobre la piel sana.

Si la manteca de cacao se queda corta, podés probar con vaselina. Suele ser más eficiente. Si tenés zonas demasiado perjudicadas en la cara, también podés aplicarla en ellas.

Cómo evitar las manos secas

La manera de mantener saludable la piel de las manos es humectarla con frecuencia. Sobre todo, no olvides ponerte crema después de lavarlas. Un buen truco es tener un pote de crema en el baño, al lado de la bacha.

También es recomendable usar guantes para lavar los platos. Evitarás el contacto con el detergente y el agua caliente.

Si la sequedad es extrema, podés ponerte una crema muy densa por las noches y dormir con guantes. Eso sí, tenemos que decir que no es lo más cómodo del mundo. 

Cómo evitar los pies secos

La piel de los pies es la pobre olvidada. En el mejor de los casos, intentamos revivir su apariencia con la llegada de la primavera y las ganas de usar sandalias. No seamos tan injustos y veamos la manera de mantener su piel saludable durante todo el año.

Simplemente exfoliando tus pies con una piedra pómez una vez por semana, estarás cuidándolos. Además, podés aprovechar el momento como si fuera una pausa de spa y aplicar las otras técnicas que te comentamos más arriba.

Al igual que con las manos, podés optar por usar cremas bien espesas por las noches y ponerte un par de medias. Con el frío, no deberían molestarte. Amanecerás con los pies suaves y humectados. 

Cómo evitar el pelo seco

La piel no es la única que suele salir perjudicada de las bajas temperaturas. La resequedad del pelo es muy común en las temporadas de otoño e invierno. Si el frío no lo daña, lo hacen los gorritos que lo protegen de esa temperatura.

Hay varias medidas que podemos tomar para evitar el pelo seco. En primer lugar, no excederse con el lavado. El shampoo es abrasivo y elimina la humedad del cuero cabelludo. 

Para evitar el pelo seco hay que evitar lavarlo demasiado seguido.

Nunca es aconsejable lavarse el pelo a diario y, de hecho, cuanto más espaciemos los lavados, más saludable tendremos el cabello. Esto es así no solo en los meses fríos, sino durante todo el año.

Si necesitás lavarlo a diario, una alternativa puede ser hacerlo solo con agua y después aplicar acondicionador. De esta manera podrás espaciar más el uso de shampoo, que es el mayor responsable de la sequedad. 

También es preferible evitar el uso de secadores de pelo. Si te cepillás, hacelo únicamente con el cabello seco. Cuando está húmedo se encuentra más frágil y se daña fácilmente.

Si pese a estas recomendaciones sigue seco, probá aplicando unas gotas de aceite de oliva después de la ducha. Sí: este elemento de nuestra cocina es el gran aliado en la temporada fría. ¡Hacé todo junto así te cuidás la piel y el pelo en un solo paso!

Conclusión

Mantener la piel saludable implica un esfuerzo y, en invierno, aún más. Se nos resecan labios, manos y cuerpo, y hasta el pelo sufre las consecuencias del clima.

Si tu piel presenta síntomas de irritación, no dejes de consultar con un dermatólogo. Si solamente la sentís seca, probá con los consejos que te compartimos en esta nota y disfrutá de los cambios.

La fórmula para resolver el problema de la piel seca en invierno es bien simple. Básicamente, los elementos son: el protector solar, el aceite de oliva, las cremas, la hidratación y las temperaturas controladas. ¿Qué esperás para aplicarlos?

Para aprender más sobre salud y cuidado personal, no dejes de leer El Destape.