El ministro Federico Sturzenegger avanza con un nuevo decreto desregulador que pone en alerta a todo un sector que emplea a más de 20.000 personas de forma directa. Se trata de la inminente sanción del DNU de transporte marítimo fluvial de cabotaje, lo que acarrearía según los gremios a la desaparición de la Marina Mercante Nacional. Los miembros de la Federación Sindical Marítima y Fluvial (FESIMAF) piden una reunión urgente con el ministros para revertir la decisión.
“Estamos con Patricia Bullrich preparando un cambio espectacular en el régimen de navegación que va a bajar entre un 30 o 40 por ciento los costos”, se entusiasmó Sturzenegger al anticipar la medida. “El cabotaje en Argentina tiene costos altísimos. No tenemos marina mercante. Venimos en camión desde Tierra del Fuego. Se ha destruido la navegación interna y necesita un reajuste importante”, explicó en declaraciones a Radio Mitre días atrás.
El corazón de la liberalización de la actividad es el que modifica la Ley de Cabotaje para que los trabajos locales sean realizados por barcos con banderas extranjeras, junto a tripulación y mano de obra de otros países. El borrador del decreto en manos del sector involucrado, además declara como esencial la navegación con fines de transporte comercial, de pasajeros, de carga por lo que deberán garantizar un servicio mínimo de por lo menos el 50% para reducir el impacto de medidas de fuerza.
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La semana pasada miembros de la Federación Sindical Marítima y Fluvial (FESIMAF) se reunieron con el Subsecretario de Vías Navegables, Iñaki Miguel Arreseygor, quien les aseguró que el paquete de reformas que está preparando el equipo de Sturzenegger para desregular el transporte marítimo fluvial es mucho más drástica que el texto que está circulando.
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“Estamos ante la desaparición de la Marina Mercante Nacional”, le alertaron los gremialistas a las autoridades. Para Sturzenegger el sector no existe. Calculan que son más de 20.000 puestos de trabajo involucrados solo por el personal embarcado. En la actualidad la navegación de cabotaje, por ley, es realizada por buques de bandera argentina con tripulantes argentinos bajo leyes laborales argentinas.
“Seguramente buques de bandera panameña con tripulantes filipinos en estado de semi esclavitud son más económicos que los buques bajo pabellón nacional. Pero, a diferencia de la Marina Mercante Nacional, los buques de bandera panameña no pagan impuestos acá ni sus tripulantes gastan su dinero acá”, explican los defensores del sector.
“El problema no son los costos, sino la falta de una matriz de transporte nacional que ordene la Marina Mercante y los distintos sistemas de transporte”, le contestó a Sturzenegger el líder del gremio Mariano Moreno. “Hoy, de la mano de Sturzenegger, la Marina Mercante recibirá la puñalada final que erradicará por completo la flota nacional”, sentenció. Exigen un encuentro cara a cara con el ministro para exigirle explicaciones.
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