El ex presidente Mauricio Macri salió a apoyar a Javier Milei por la represión de la marcha de jubilados e hinchas de este miércoles y se victimizó en los mismos términos que lo está haciendo el Ejecutivo. "En el año 2017, nuestro gobierno fue atacado en una movilización violenta muy similar a la de ayer", escribió en sus redes sociales en referencia a las fuertes movilizaciones y cacerolazos que se sucedieron cuando intentó llevar adelante una reforma previsional en el Congreso de la Nación en aquel año.
Para el mandatario, la masiva protesta que rechazó hace seis años su reforma jubilatoria fue "un intento de golpe de Estado, alentado y perpetrado por dirigentes opositores". Son las mismas palabras y justificaciones que utiliza el Gobierno actual para criminalizar la protesta social y a todas las personas que se manifiestan en su contra. "Lo hicieron desde la Plaza de los Dos Congresos con palos, piedras y bombas molotov, y desde adentro del Congreso, en una acción profesional coordinada con el exterior, por diputados del peronismo y de izquierda que buscaban crear un caos estratégico. Aquella escena tenía como objetivo directo desestabilizar a mi gobierno para que terminara mi mandato a la brevedad", continuó.
La narrativa utilizada no es la única coincidencia sino también las y los funcionarios a cargo de los operativos policiales como de los planes económicos. Por mencionar sólo a algunos de los protagonistas: Luis Caputo también estuvo como ministro de Macri, así como Patricia Bullrich estaba al frente del Ministerio de Seguridad.
En aquel momento, luego de la feroz represión que desataron las fuerzas de seguridad, miles de personas salieron a las calles a cacerolear y llegaron al Congreso de la Nación nuevamente. Ese día es considerado como el fin de la gestión macrista, cuya imagen no pudo recuperar y, dos años después, el PRO se convirtió en el primer partido que no consiguió la reelección. Este miércoles, pese a la violencia desatada -con varios heridos, uno en estado crítico- y más de 150 detenidos -que en su mayoría ya fueron liberados- sucedió lo mismo. Aunque fueron pocos los medios que lo transmitieron, cientos de personas salieron a la noche y hasta la madrugada a manifestarse en Plaza de Mayo. Ahora el Gobierno teme un escenario similar al macrista, aunque la diferencia es el rápido desguace del Estado y de los medios públicos que limitan el acceso a la información a la población.
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"Ayer, en una escena idéntica, se movilizaron con el nombre de 'hinchadas argentinas' a barrabravas de distintos equipos de fútbol para ejecutar una nueva desestabilización de la democracia. Escudados en algunos pocos jubilados, los barrabravas pusieron en práctica los tres movimientos que repiten en estas situaciones: provocar a la policía, atacarla, victimizarse", comparó el ex mandatario.
Y para culminar, dio un apoyo institucional desde su partido político al Gobierno nacional: "Hablo acá en nombre del PRO: los argentinos tienen que saber que nuestro compromiso con defender la ley y las instituciones es total. Repudiamos el ruin uso de la violencia y el desorden que vimos ayer para desestabilizar a un gobierno democrático. Lamentamos los heridos de gravedad que produjo esta acción irresponsable. El PRO no permitirá que los matones ocupen el lugar de la República", dijo.