La foto buscó llevar un mensaje de tranquilidad y pacificación al armado bonaerense de Juntos. Diego Santilli y Cristian Ritondo compartieron una caminata por la Costa junto a Horacio Rodríguez Larreta y Diego Valenzuela. Cada precandidato para la gobernación seguirá en su camino, ninguno se bajará de la contienda, pero los bandos de María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno porteño decidieron empezar a coordinar equipos técnicos para, al igual que la pretensión nacional, arribar a un programa consensuado para el período 2023-2027. Una pata del PRO, sin embargo, estuvo ausente en ese gesto, ya que no hubo presencia de los referentes de Patricia Bullrich para la provincia.
El concepto rector de la caminata fue la unidad para ganarle al kirchnerismo. Con un oficialismo fuerte en la provincia, para la alianza se volvió necesario encontrar una forma de funcionar en conjunto sin dardos mortales hacia adentro. Una interna pacífica. La foto llegó luego de una reunión entre Ritondo y Santilli, en la que quedó claro que ninguno abandonará, de momento, sus pretensiones y que eso no debería profundizar las diferencias hacia adentro. Por eso, el ex ministro de Seguridad bonaerense pidió la imagen y le fue concedida, dado que se insertó en la lógica manejada por el larretismo: la no agresión y el escape al internismo.
Los anfitriones, en Pinamar, fueron Yeza y Ritondo. Ambos recibieron al diputado, al precandidato presidencial del PRO y al intendente de Tres de Febrero, que lidera los equipos técnicos de Santilli en Buenos Aires. El encuentro buscó empezar a articular las estrategias para el armado de los planes de gobierno que puedan, sea cual sea el nombre elegido, estar “a la altura de los desafíos” bonaerenses. Los cinco presentes y, por extensión, sus armados, coincidieron en que el objetivo es “ganarle al kirchnerismo” y, para eso, la unidad es imprescindible porque la verdadera “transformación nacional” necesitará de un Frente de Todos fuera del territorio más poblado del país.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
MÁS INFO
Esa experiencia buscará repetir, en Buenos Aires, lo realizado a nivel nacional. Un plan que exceda a los nombres y que pueda ser compartido por todos, producto del consenso interno, más allá de las diferencias. En Juntos empezó a primar la teoría de que las peleas intestinas no le servirán a ningún candidato propio y que sólo serán funcionales al kirchnerismo. Por eso, buscará virar de las peleas puertas adentro a los ataques a la vereda contraria.
Ese espíritu, se especuló, no sería compartido por todos los actores y por eso no estuvieron, en la foto, todos los posibles candidatos o bandos PRO. Más allá de los posicionamientos en las encuestas, que hasta ahora marcaron a Santilli y Ritondo más consolidados, los otros dos nombres en danza son los elegidos por Patricia Bullrich, se trata de Javier Iguacel y Joaquín de la Torre. Esta rama amarilla no formó parte de la recorrida de unidad. Una vez más, la diferencia entre estrategias pro grieta versus diálogo.
En las últimas horas, se empezaron a ver movimientos estratégicos en distritos clave por su peso electoral y simbólico. En la Ciudad, por ejemplo, el bullrichismo se mostró junto a Jorge Macri, el nombre apoyado por Mauricio para mantener la supremacía PRO, con la idea de tener un candidato único en la Capital para enfrentar a un radicalismo bien posicionado, con Martín Lousteau a la cabeza. Si bien aún no se convirtió en “el postulante” de Bullrich, todo indica que las distintas vertientes buscarán un solo referente en la CABA, pese a que Larreta se mostró proclive a dejar que todos jueguen, incluso la UCR. Un juego “a dos puntas” criticado por el sector halcón.
Frente a la posibilidad de un radicalismo que podría complicarle el juego al PRO en su lugar de origen, el intento de unificar tras un solo nombre para evitar la dispersión. En Buenos Aires, el mayor peligro para la victoria amarilla es el Frente de Todos. A casi un año de las elecciones generales, la llegada a un acuerdo en el distrito está dentro del terreno de la especulación. A principios del 2022, un pacto entre los dos candidatos más taquilleros parecía algo lógico pero, más tarde, aparecieron nuevos jugadores, tanto para las boletas como para los apoyos, que complejizaron el escenario. Una división explicada por el conflicto nacional entre los distintos aspirantes.
Si bien Juntos sabe que corre con desventaja ante el Frente de Todos, no considera perdida la contienda electoral y ve en Buenos Aires un distrito clave, no sólo para lograr la victoria nacional sino para conseguir la “transformación” real de la Argentina. Con ese objetivo en mente, son muchas las acciones posibles: una PASO con todos los actores en la cancha, fórmulas cruzadas o, incluso, la unidad total para llegar con una sola propuesta a las Primarias y sumar fuerzas para las generales.
Por los conflictos propios de la alianza, ese escenario parece algo lejano pero no imposible. PRO, radicalismo, Coalición Cívica y Peronismo Republicano, todos adentro bajo una misma propuesta para disputar la gobernación. Eso fue inspirado por algunas encuestas que ubicaron a Cambiemos por detrás del Frente de Todos pero, en la general, ya sin PASO, por arriba. Al no tener segunda vuelta en la provincia, las Primarias podrían convertirse en una elección general y la elección general podría transformarse en el inexistente balotaje. A todo o nada.
Además de la foto entre los dos candidatos, esta semana tuvo otro signo de paz. Desde Avellaneda, Miguel Ángel Pichetto apoyó la candidatura de Santilli a gobernador para “fortalecer Juntos en la provincia y ser gobierno en 2023”. El ex senador peronista tiene una buena relación con Patricia Bullrich y el principio de unificación funcionó como una zanahoria para intentar una elección pareja en la provincia.
Hasta ahora, los vínculos en medio de la dispersión bonaerense fueron varios. María Eugenia Vidal apoya a Ritondo que, a su vez, tuvo una banca importante de Macri hace un par de meses. Ritondo empezó a trabajar junto a Néstor Grindetti, intendente de Lanús y bendecido por el ex presidente. Los dos tienen algo en común, la pertenencia a la provincia: uno por ser intendente, el otro por ser ex ministro.
Pero el jefe del bloque de diputados PRO también tuvo su foto con Patricia Bullrich en la casa de Alejandro Finocchiaro. La líder amarilla no soltó, sin embargo, a sus elegidos para la contienda: Iguacel y De la Torre, que también coinciden en la pureza bonaerense. En la danza de fotos y publicaciones en redes sociales faltaba el nexo con Santilli, el candidato de Larreta, y llegó.