Los partidos políticos no mandan: gobernadores no descartan pactar con Milei

La discusión inaugurada con la llegada de Milei a la presidencia se pondrá a prueba en 2025. ¿Quién tiene la última palabra: los jefes de los partidos políticos o los gobernadores que ganaron elecciones? 

25 de diciembre, 2024 | 00.05

Si Mauricio Macri o Martín Lousteau tuvieran que sentarse en una mesa de negociación con Javier Milei para definir una alianza electoral, los resultados no serían los mejores. Pero no son ellos los que van a jugar sobre el tablero de ajedrez, sino los gobernadores, mucho más fortalecidos por la falta de territorialidad libertaria.

Salvo por el complejo escenario porteño, que condiciona al bonaerense, los mandatarios del interior del país parecen confiados en conseguir un acuerdo con buenas condiciones en sus provincias. El desafío podría llegar, con más fuerza, en 2027 pero el año que viene aparece prometedor.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Como viene contando El Destape, ni Rogelio Frigerio ni Ignacio Torres tienen problemas para incorporar libertarios a sus filas y arribar a alianzas electorales. La sensación se traslada también a las filas radicales que, lejos de la posición crítica de la conducción del partido, tampoco miran con malos ojos la chance de un acuerdo.

Corrientes

Este domingo, en Corrientes, Gustavo Valdés se convirtió en el líder de la UCR provincial con un objetivo claro: conservar la provincia. Ese distrito enfrentará la primera elección ejecutiva durante la gestión de Javier Milei, toda una apuesta para los libertarios y una muestra de cuántos votos puede transferirle el presidente a sus dirigentes locales.

La Libertad Avanza está bien posicionada en aquella provincia, con alrededor de un 35-40% de aceptación. Pero esa recepción favorable es responsabilidad de un solo nombre, el de Javier Milei. El porcentaje no se trasladaría, sin más, a cualquier dirigente local que pueda ir con el sello violeta, sobre todo en un distrito tan complejo como el correntino, donde Valdés conserva una imagen del positiva del 60% y de casi el 80% en la ciudad capital.

El gobernador radical, sin chances de reelección, todavía no definió su destino pero podría candidatearse a intendente de Corrientes capital o incluso ir al Congreso como diputado. De elegir la primera, particularmente, el traslado de votos a su sucesor pasaría a ser inevitable. El mandatario no quiere que la UCR, y la coalición Eco, pierdan el distrito y tiene pensado hacer todo lo que esté a su alcance para que eso suceda. Algunos nombres en danza son los de su hermano Juan Pablo, el actual senador Eduardo Vischi o el ex diputado provincial Eduardo Tassano.

La gran incógnita, entonces, es el traslado de votos de Milei a cualquiera sea su candidato. Hay dos nombres en danza: el de Lisandro Almirón, diputado nacional libertario, y el de Carlos Espínola, senador que ingresó por el peronismo, acompañó al gobierno desde el Congreso y confesó públicamente sus intenciones de liderar una lista violeta.

Espínola no es una figura cómoda para los libertarios. Fue candidato del kirchnerismo, estuvo cerca de Macri, ofició de intendente sin buenos resultados, fue derrotado – más de una vez - en la carrera por la gobernación y protagoniza una batalla feroz con el peronismo. Como en otros distritos, por ahora hay muchos candidatos de pico pero poco confirmado, lo que dificulta pensar un escenario certero.

Por lo pronto, en su nuevo rol al frente del Comité provincial, mandato que durará dos años, va a buscar los mejores acuerdos posibles y no se descarta la incorporación de libertarios. A diferencia de las condiciones impuestas por LLA a Macri en CABA y Buenos Aires, acá la lapicera quedará en manos de Valdés de forma indiscutida.

El vínculo con el Comité, que no tiene intenciones de acordar con los violetas, será meramente institucional. Más allá de encuentros institucionales especiales, la mayoría de los presidentes del partido se manejan con las autoridades de los bloques parlamentarios, en caso de tener que discutir cuestiones nacionales.

Mendoza

Un escenario similar podría trasladarse a Mendoza, pero con una complejidad extra: La Libertad Avanza sí tiene candidatos de peso para esa provincia, pero para el 2027. Alfredo Cornejo, gobernador de la provincia andina, confía en ser el armador de las listas en ese distrito, aunque todavía no definió si desdoblará los comicios o acompañará el calendario nacional.

El problema para Mendoza llegará en 2027, cuando se discuta la gobernación. En aquél distrito no hay reelección, por lo que Cornejo no podrá buscar un nuevo mandato y ya tiene un dirigente trabajando en la sucesión. Ulpiano Suárez, actual cacique de la ciudad capital, se está moviendo para ser el próximo gobernador.

Allí, La Libertad Avanza tiene nombres para competir. Luis Petri, que hizo una excelente elección en 2023, podría querer volver a intentarlo, pero para buscar la gobernación y no para encabezar una lista de legisladores. Otra de las figuras es la de Omar de Marchi, un PRO flexible que se acercó al mundo libertario y también ocupó un rol ejecutivo, pero apareció más desgastado.

Más allá de los casos puntuales, los ordenamientos electorales plasman en la realidad un escenario que se rumoreaba por lo bajo: los partidos políticos no son los que conducen. Martín Lousteau se mostró más en soledad que acompañado y sus gobernadores no seguirán el lineamiento opositor del Comité. Mauricio Macri apareció para ordenar en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, pero el interior se mostró autónomo.

Con la necesidad de gestionar lo mejor posible para conservar las provincias en 2027, los gobernadores se convirtieron en negociadores uno a uno con el gobierno y con el Congreso, pasando por arriba de las instituciones partidarias.