Santa Fe abre el calendario electoral con una doble votación clave para la trascendencia provincial y nacional. El domingo 13 de abril se elegirán 69 convencionales que reformarán la Constitución provincial, algo que no ocurría desde 1962, y, a la vez, se realizarán las elecciones PASO para votar candidatos a cargos municipales y comunales.
Entre las modificaciones más importantes que prevé la reforma es la habilitación a que gobernador y vicegobernador puedan competir por un segundo mandato consecutivo, algo que está prohibido también en la provincia de Mendoza.
A más de un año de una gestión marcada por ajuste, tarifazos, represión a los trabajadores, cierre de fábricas y despidos masivos, Maximiliano Pullaro medirá su caudal de votos, encabezando la lista de candidatos a constituyentes de Unidos para Cambiar Santa Fe.
La dispersión de las oposiciones evidencia una radiografía de la época y abre el panorama a futuro. La construcción de nuevos liderazgos dentro del Partido Justicialista fue uno de los principales déficits desde hace muchos años. En ese marco, el concejal rosarino Juan Monteverde, de Ciudad Futura, logró unir a una gran parte del partido a nivel provincial y encabezará la lista de convencionales por distrito único de Más para Santa Fe y busca contraponer su impronta "con la política que suele ser de solo discursos".
Tras la dura derrota peronista en las elecciones provinciales 2023, Monteverde quedó solo a 14 mil votos de ganar la intendencia de Rosario, cuya elección finalmente tuvo como vencedor a Pablo Javkin. No obstante, ahora debe salir a caminar ciudades y departamentos en los que arranca desde atrás en términos de estructura partidaria. Para ello, apostó a la unidad y conformó una lista con representantes de diversos sectores como el PJ oficial, el Movimiento Evita, La Cámpora y el Frente Renovador.
En ese marco electoral, Monteverde dialogó con El Destape y apuntó contra el mandatario radical por llevar adelante un modelo espejo al del presidente Javier Milei. "No solamente Pullaro y Javkin tienen el agravante de ser cómplices de este Gobierno autoritario, sino que tienen la gravedad extra de que todos ellos formaban parte en el pasado de un proyecto en Santa Fe que se llamaba 'Frente Progresista'", aseguró.
"Esto marca el corrimiento del arco político cada vez más hacia la derecha y evidencia la competencia entre los dirigentes para ver quién dice la barbaridad más de derecha", señaló. Además, remarcó la importancia de la primera elección del 2025 y de la era Milei: "Si en Santa Fe podemos ponerle un freno al gobierno autoritario de Milei, que a su vez sería ponerle un freno al gobierno autoritario de Pullaro, podríamos dar una señal de que se puede dar vuelta esta historia", afirmó.
-¿Cómo fue la conformación de la lista que encabeza Ciudad Futura y que une a gran parte del peronismo de Santa Fe?
-Esta experiencia que estamos haciendo en Santa Fe hoy, es producto de la experiencia que hicimos en 2023 en Rosario, cuando estuvimos muy cerca de ganar la intendencia. Nosotros decimos que fue una derrota electoral, pero una victoria política porque generamos una plataforma donde podemos dialogar con la sociedad. Y, en medio de un retroceso general que fue en 2023, estar muy cerca de ganar fue importante.
Esa experiencia, que fue la construcción de Ciudad Futura, que es un partido nuevo. Esa confluencia, que incluye la innovación en términos políticos con lo mejor de la tradición política del peronismo, es lo que nos llevó a estar en las puertas de ganar en Rosario. Tuvimos la capacidad entre el peronismo y nosotros de generar esa propuesta para competir en estas elecciones.
Logramos que todos los sectores del peronismo, sindicatos y movimientos sociales se reúnan en una lista. El único que quedó fuera de eso fue el excandidato a gobernador Marcelo Lewandowski. Esta lista representa dos valores muy importantes: por un lado, la unidad necesaria para defender a nuestra gente y frenar lo que está pasando, por ejemplo, con los jubilados. La unidad es el escudo que frena los atropellos y no seguir retrocediendo. Pero la lista también tiene la renovación necesaria que la gente exige. Somos muchos, hicimos una espalda grande para afrontar lo que viene, pero también tiene esa renovación.
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-¿En algún momento hubo acercamientos y existió la posibilidad de conformar una única lista con el senador Lewandowski?
-Sí, nosotros le propusimos a lo que entendemos que son todos los sectores democráticos de la provincia de Santa Fe. Hablé con cada uno y a todos les propuse hacer una lista única. El problema no es que yo quería encabezar la lista, ya que estaba de acuerdo con que encabece el candidato que se encuentre en mejores condiciones.
Muchos de los sectores con los que hablé hoy están en nuestra lista, otros no. Confío en que en 2027 vamos a estar todos juntos. Creo que todavía no hay una conciencia general en la dirigencia política argentina de lo que tenemos en frente, ya que muchos siguen jugando a su proyecto individual y siguen viendo "la chiquita". Si no le ponemos un freno a lo que tenemos en frente, se va a llevar a todos puestos. El que piense que de este grado de autoritarismo puede sacar algo positivo, se equivoca enormemente y juega con el sufrimiento del pueblo.
En este momento que atravesamos en la Argentina, los únicos autoritarios no son Milei y Patricia Bullrich. A ese clima de violencia y autoritarismo se van subiendo gobernadores, pensando que, de esa manera, van a sobrevivir. En realidad, cuando la historia vuelva, se los va a llevar a todos puestos. También pasa con aquellos que, por una banca en un concejo municipal o en la Legislatura, buscan ir por afuera. El pueblo debería castigar ese nivel de especulación. El autoritarismo sigue avanzando un poquito más cada día de nuestra vida. Creo que la sociedad va a premiar a aquellos que estamos apostando por la unidad y el proyecto colectivo.
-A partir de esta confluencia de sectores, ¿cómo se lo convence al electorado que elija esta lista teniendo en cuenta el contexto social que atraviesa la provincia y el país?
-No creo que la sociedad argentina se haya "derechizado", es algo que vengo diciendo desde que ganó Milei. No es que nos fuimos a dormir creyendo en la justicia social y nos despertamos creyendo en el anarcocapitalismo. Lo que hay en el país es una profunda crisis de representación política, por eso hay que recomponer ese lazo entre la política y la gente. Una de las cuestiones que para mí es fundamental, es entender el tiempo en el que vivimos. Estamos convencidos de que no hay nada más potente que una idea cuando se materializa. Cuando la política deja de ser solamente discursos y logra materializarse en hechos concretos, podemos convencer a un montón de gente que capaz se encuentra alejada de se discurso que impulsa la política tradicional.
Si se materializan cuestiones concretas, uno amplía la posibilidad de generar acercamientos. Esto tiene que ver con trabajar, independientemente de ganar o perder elecciones. Nuestro campo parece que, si no está en el poder desde el Estado, está apagado y no genera hasta volver al Gobierno. Por eso creo que hay un desafío de la generación política que viene: trabajar en la sociedad cuando se está gobernando, pero cuando no se está también es necesario hacerlo. La idea de comunidad organizada es parte de lo que necesita la Argentina. En los últimos tiempos, la inflación fue un problema que no pudo resolver nadie. No se hizo ni con acuerdos de precios ni con esta lógica de "achuramos todo".
-¿Creés que el peronismo subestimó la influencia del factor económico en la vida de los argentinos y esto fue un factor que lo llevó a perder las elecciones?
-No sé si se subestimó. En la historia argentina, siempre fue el peronismo el que logró articular las salidas a las crisis que generaron otros procesos. Hay veces que esa articulación fue positiva y el país salió para adelante, como fue en el caso del 2001 con Néstor Kirchner, y hubo otras en las que articulación fue negativa, como ocurrió en la gestión de Alberto Fernández luego del período de Mauricio Macri. Lo importante a remarcar es que una cosa es ganar una elección, y otra es saber para qué querés ganarla. El desafío de lo que viene es armar coaliciones lo suficientemente grandes, pero también tener un proyecto para saber hacia dónde vamos.
Tenemos que aggiornar las ideas al siglo XXI. La elección de constituyentes en Santa Fe es clave en esto porque vamos a discutir algo más profundo que elegir un intendente, gobernador o presidente, sino que vamos a hablar de los próximos 50 años. Se va a debatir el nuevo contrato social, que es lo que está roto en la Argentina y por eso nos gobierna Milei. No es que fracasó un partido, un gobierno o un conjunto de ideas. Lo que está roto, después de muchos años de gobiernos, es la democracia, ya que no logró cumplir sus promesas. Ese descontento que hay en muchos sectores posibilita que el autoritarismo avance.
Al discutir ese contrato social tenemos que dar la discusión profunda de cómo repartimos los beneficios y las cargas de la vida en sociedad. Todo cuesta un montón y el sistema cada vez nos devuelve menos. Si el modelo de ascenso social está vinculado a la privatización de los aspectos de la vida, entonces el neoliberalismo nos ganó gobierne quien gobierne. El objetivo es que lo público vuelva a tener centralidad y reentramar la comunidad. Por eso, creo que el debate que se va a dar en Santa Fe puede aportar de cara a lo que se quiera construir hacia 2027.
-¿Cuál es el camino para alcanzar una unidad a nivel nacional?
-Hay que sentar a todos los dirigentes en una mesa y ser capaces de lograr lo que conseguimos en Santa Fe con esta lista única. Dentro de esta, hay gente con la que pienso 100% igual, otra con la que pienso algunas cosas distintas y otra con la que pienso totalmente diferente, pero hay tres cosas en las que estamos de acuerdo: la defensa de la democracia, los derechos de los trabajadores y que de esto se sale con más política y no con menos. Eso tenemos que tratar de conseguir a nivel nacional, los dirigentes y cuadros políticos están para hacerlo.
El pueblo argentino salió de situaciones iguales o peores que esta, por eso confío en que vamos a poder salir. Pero entre más tiempo nos lleve, más gente va a sufrir. Por eso es importante remarcar que la responsabilidad de la política es la de encontrar salidas.
-Si bien la reforma constitucional en Santa Fe no se modifica desde 1962, Pullaro impulsó las modificaciones para imponer una reelección, algo que no está permitido en la provincia. ¿Cuál es tu postura sobre la inclusión de este punto en la conformación de la nueva Carta Magna santafesina?
-Está claro que el Gobernador hizo todo este proceso solamente para garantizarse la reelección. Sí creemos que un Gobernador tiene el derecho de estar 8 años en el gobierno para llevar adelante su plan, si es que la gente así lo decide, pero Pullaro juró por una Constitución que se lo prohibe taxativamente.
Lo que nosotros marcamos es que, después de 60 años, no podemos hacer todo este esfuerzo solo para resolver el problema del Gobernador, lo que realmente tenemos que ver es cómo resolvemos todas las deudas que la democracia tiene con nuestra gente. Lo que hay que discutir son las formas para hacer operativos los derechos y que cada uno se convierta en una realidad.
-¿Cómo calificarías los resultados del Plan Bandera de Pullaro y Bullrich y cómo es posible afrontar la problemática de la inseguridad en Rosario?
-Santa Fe y Rosario lleva una crisis de inseguridad desde hace 10 años, período en el que gobernaron distintos partidos. Las tasas de homicidios fueron subiendo y bajando de diferentes maneras. Nosotros siempre hicimos el mismo planteo: si acá no hay un gran acuerdo político y social, y los que gobiernan no convocan a las fuerzas para que cada una haga su aporte concreto y se comprometa a mantener esa estrategia gobierne quien gobierne, la solución para la violencia en Rosario no va a existir.
La cuestión de la seguridad, que se juega la vida o la muerte, tiene que estar por fuera del pueblo. Lamentablemente, nunca hubo una convocatoria desde que asumió Pullaro, ni siquiera en el momento de mayor crisis de nuestra historia, que fue en marzo del año pasado cuando ocurrió la serie de asesinatos de civiles. El gobierno de Pullaro se encerró en su propio espacio político, generando sus propias estrategias. Lograron bajar la tasa de homicidio durante un tiempo, pero ahora empezó a aumentar de nuevo. Uno celebra que haya menos muertos, eso está claro, pero si cuando uno lograr bajar la fiebre, no se encarga de generar políticas de fondo para que ese cambio sea duradero, lo más probable que pase es que vuelva a subir y que se vuelva a estar en el mismo punto. Estamos perdiendo una oportunidad de una gran convocatoria para trabajar en las causas estructurales que llevan a la violencia en Rosario. Es un fenómeno que, al llevar tanto tiempo, ya permeó en la sociedad, en el Estado y en el mercado. Los tentáculos del narcotráfico y de la plata sucia están por todos lados. Siempre estamos a disposición, gobierne quien gobierne, de llevar nuevas ideas para trabajar codo a codo.