El presidente Javier Milei afirmó este jueves que Cristina Fernández de Kirchner “sabe que va a ir presa” en el marco de la causa Vialidad y la trató de “futura presidiaria”. “Que empiece a practicar cómo escribir sus memorias en los ladrillos de la cárcel o en la casa donde decida recluirse”, añadió. ¿La razón? Un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal que, a medida del oficialismo, el viernes pasado rechazó un recurso de CFK para que la Corte Suprema revise su condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos. Fue firmado por tres jueces macristas en un caso emblemático del lawfare y dejó a la exjefa de Estado a un paso de ser apresada.
Es una maniobra típica del lawfare: si a un gobierno de derecha se le complica el escenario económico recurre a la guerra judicial contra sus principales adversarios para desviar la atención pública y embarrar el escenario político. Es lo que está haciendo Milei en la actualidad al presionar para la detención de Cristina mientras recurre al Fondo Monetario Internacional (FMI) en auxilio y busca evitar que crezca el criptoescándalo en tribunales. En Comodoro Py la persecución judicial contra dirigentes kirchneristas siempre encuentra socios.
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Este 21 de marzo, los camaristas Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña declararon inadmisibles los recursos extraordinarios (REX) que plantearon las defensas del caso Vialidad, entre ellas la de CFK, para que la Corte revise la sentencia dictada por el Tribunal Oral en lo Federal Nº2. Esto implica que por ahora el máximo tribunal del país no abordará el fondo del caso. Las partes sólo pueden recurrir al Tribunal Superior en queja para intentar revertir esta decisión sobre el REX. Es lo que están haciendo las partes en los últimos días. Tienen tiempo hasta el 1 de abril para realizar las quejas. Luego, la Corte estará en condiciones de expedirse. Según pudo reconstruir El Destape, los abogados de Cristina, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, plantearán la queja este viernes o el lunes próximo.
La resolución de los camaristas de Casación, que -casualidades del lawfare- se conoció el mismo día que Estados Unidos anunció que prohibía el ingreso de Cristina por “corrupción”, no debiera sorprender. Borinsky y Hornos son los dos jueces que, como reveló El Destape, se reunían en secreto con Mauricio Macri cuando era presidente tanto en la Quinta de Olivos como la Casa Rosada antes y después de resolver en casos de persecución judicial. Borinsky, de hecho, es uno de los nombres que suena como candidato del gobierno para la Procuración General de la Nación. Barroetaveña fue designado en la Casación por Macri.
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¿Qué argumentaron estos jueces en la resolución de la que se toma Milei para atacar a CFK? Que “los diversos agravios expresados por las partes frente los fundamentos del fallo impugnado no alcanzan para dar cabal respaldo a la pretensión de obtener por vía de la excepcional doctrina de la arbitrariedad el acceso a la Corte Suprema de Justicia, sino que se limitan a expresar su disconformidad con lo decidido”. Así cerraron el camino al máximo tribunal del país. Y lo hicieron con premura, a solo 48 horas de la “contestación de traslados”. Todo indica que Borinsky, Hornos y Barroetaveña resolvieron sin prestarle atención a esos últimos planteos. Ahora la vía cortesana solo se puede intentar abrir a través de una queja que debe aceptar o rechazar la propia Corte.
Con esta resolución y en medio de la negociación con el FMI para conseguir fondos frescos que lo ayuden a frenar la corrida cambiaria, Milei dio una entrevista a Luis Majul este jueves y afirmó, de forma provocativa: “En el Congreso (durante la marcha de los jubilados del 12 de marzo), el kirchnerismo intentó hacer un golpe desde la vía institucional. Cristina está nerviosa, Casación le revocó el recurso y sabe que va a ir presa”. Y agregó: “No me interesa lo que diga la futura presidiaria. Que empiece a practicar cómo escribir sus memorias en los ladrillos de la cárcel o en la casa donde decida recluirse”. Milei pareciera adelantarse a lo que harían la Corte o Comodoro Py. ¿Alguien le adelantó lo que vendrá?
Tras la decisión de Casación, los escenarios judiciales que se abren para la expresidenta (y el resto de los condenados) son los siguientes:
- Que Cristina presente una queja (lo haría este viernes o el lunes) para que la Corte revierta lo resuelto por la Casación y el Tribunal Supremo la acepte y abra el recurso extraordinario. Sería lo esperable en condiciones normales, sobre todo, por tratarse de una exjefa de Estado. Esto implicaría que los supremos aceptarían analizar la sentencia de Vialidad. Aquí los caminos se bifurcan: en caso de aceptarse el recurso de queja federal, la Corte puede revocar la sentencia de Casación y hacer una declaratoria sobre el punto disputado y devolver la causa para que sea nuevamente juzgada de acuerdo con la doctrina judicial que se determine. O podría resolver sobre el fondo del caso y determinar la absolución de Cristina. O bien podría ratificar la condena o reducirla. Si la confirmara, la condena se haría efectiva y CFK debiera ser detenida. La Corte no tiene plazos para expedirse por lo que este proceso podría durar años hasta conocerse una sentencia definitiva.
- Que Cristina presente una queja ante la Corte para revertir lo resuelto por Casación con el REX y el Tribunal Supremo la rechace. Inmediatamente la sentencia de Vialidad quedaría firme y ejecutable sin que los supremos analicen el fondo del caso Vialidad. Como se dijo, la Corte no tiene plazos para expedirse y debiera dictaminar primero el procurador general interino Eduardo Casal, por lo que tampoco debiera ser algo “rápido”. Hay quejas que están años en la Corte esperando una resolución. Pero si hubiera voluntad política de los supremos de apurar los tiempos y complicar a CFK de cara a las próximas elecciones, como parece desear el gobierno, todo puede suceder.
- Una posibilidad que no se debiera descartar por tratarse de Comodoro Py es que el fiscal del juicio Vialidad, Diego Luciani, interprete que al ser rechazado el REX por la Casación ya podría pedir la detención de la expresidenta porque la sentencia condenatoria dictada por el TOF 2 sería ejecutable. Es decir, podría considerar que está firme la condena luego de que la Casación rechazara el recurso extraordinario. No es el criterio generalizado en tribunales ya que se considera sentencia definitiva a aquella que tiene el último visto de la Corte. Pero como se trata de un caso de lawfare todo es posible. Si esta posibilidad sucediera, es decir, si Luciani pide la detención de CFK sería el tribunal de juicio el que debiera resolver el requerimiento del fiscal. Según fuentes judiciales, el TOF 2 –que fue el que condenó a Cristina- no tiene como criterio considerar que una sentencia queda firme si la Corte no se expidió. Si el TOF mantuviese su postura, el fiscal podría apelar ante la Casación y en la sala IV no está claro el criterio que se pudiera seguir. Hornos, por ejemplo, ya falló en otros casos con el criterio de que la sentencia ya es ejecutable en estas condiciones. Un ejemplo es una causa contra Ricardo Jaime. Quedó en minoría en su posicionamiento. No obstante, es una alarma que a juzgar por los dichos de Milei no hay que dejar de mirar.
Las afirmaciones de Milei de este jueves, en este contexto, abren diversos interrogantes: ¿Fueron un pedido a la Corte o a Comodoro Py para que avancen con la detención de CFK? ¿Hubo un acuerdo (ilegal) para avanzar con la pretendida detención? ¿O lo que dijo es producto de una simple lectura política ya que entiende que la detención de la expresidenta es inminente? Milei habló como si supiera el desenlace de esta historia judicial. Un final que le sería funcional en un año electoral.
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