La gran mayoría de los intendentes con los que habló el gobernador Axel Kicillof en los últimos días le manifestaron que quieren que las elecciones bonaerenses del año que viene se hagan separadas de las nacionales, en un desdoblamiento que diferencie la discusión provincial y municipal de las cuestiones del país. "En los municipios a quien conoce la gente es al intendente", explicaba un jefe comunal el razonamiento por el que entienden que desdoblar los beneficia. La adopción a nivel nacional de la Boleta Unica de Papel (BUP) produjo un "desdoblamiento de hecho", como lo definió el gobernador, ya que se votará con listas y urnas diferentes. Pero a Kicillof le generó dudas el presupuesto que le pasaron -de alrededor de 100 mil millones de pesos- para desdoblar, aunque la posible eliminación de las PASO lo abarataría. "El sistema democrático tiene un costo y el Estado tiene que pagarlo. No puede ser que casi todas las provincias desdoblen y Buenos Aires no pueda hacerlo", respondía un intendente de la primera sección electoral.
Los intendentes manejan una lógica. Son quienes tienen el mayor control y conocimiento en sus distritos y las elecciones conjuntas son los candidatos nacionales quienes se llevan toda la discusión. "Si se desdobla no nos tenemos que preocupar quienes encabezan las listas a diputados del peronismo, ni si el Gobierno pone a Espert, a Santilli o quien sea", explicaba un jefe comunal. Tal vez algún intendente con problemas de imagen sea partidario de la elección conjunta, pero por gran mayoría se inclinan por desdoblar y así se lo manifestaron al gobernador en el encuentro que mantuvieron 42 de ellos esta semana en la residencia de La Plata. "Claramente, consiguen más independencia y una mayor exposición en la campaña", explicaba un funcionario bonaerense que participó de la conversación con los jefes de los municipios.
Para los usos bonaerenses, si se desdobla quedaría una boleta muy corta, de apenas tres cuerpos: legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares. Por lo general, los legisladores no son dirigentes conocidos y algunos imaginan en ese escenario la vuelta de las candidaturas testimoniales, con algunos intendentes apostando a una postulación legislativa para asegurarse el triunfo. Un ingrediente extra a tener en cuenta es qué sucederá con la reelección de los jefes comunales en 2027, actualmente limitada a dos mandatos por una ley votada durante la gestión de María Eugenia Vidal y apoyada con entusiasmo por el Frente Renovador de Sergio Massa. Por ahora, no hay quórum para derogarla, así que varios intendentes apuntarían a la Legislatura como posible futuro.
El problema respecto al desdoblamiento surgió cuando a Kicillof le estimaron un presupuesto de alrededor de 100 mil millones de pesos para hacer la elección en la vasta geografía bonaerense. El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, ya mantuvo reuniones con el secretario de Interior, Lisandro Catalán, en las que le adelantó que la Nación no aportará recursos para los comicios en las provincias. Algunos intendentes creen que el cálculo de 100 mil millones es exagerado pero, aunque fuera real, debería afrontarlo. "Provincias con muchas menos posibilidades desdoblan siempre, no puede ser que Buenos Aires no pueda pagar una elección", argumentaba un jefe comunal. En un marco de fuertes restricciones presupuestarias a las que obligan las políticas de la Casa Rosada, semejante gasto no resultaría sencillo de afrontar.
El gobernador se mostró muy enojado luego de que el oficialismo y sus aliados aprobaran la Boleta Unica en el Congreso, una decisión que complicó mucho a la Provincia. Si hiciera las elecciones el mismo día podría adoptar el mismo sistema de Boleta Unica -no hay consenso suficiente para hacerlo- o seguir como hasta ahora con la boleta tradicional, complicando mucho el comicio con dos sistemas diferentes el mismo día. Ya lo hizo la ciudad de Buenos Aires en 2023 y resultó una gran contratiempo. “Vamos a intentar hacer lo imposible para que esto no ponga en riesgo el proceso electoral", advirtió el lunes pasado. Añadió que "nos hicieron un desastre sin consultarnos" y responsabilizó de antemano al gobierno de Javier Milei por todos los problemas que pudieran ocasionarse. Allí fue donde calificó la situación como "desdoblamiento de facto", dado que obligatoriamente tiene que haber boletas y urnas separadas.
Sin embargo, el anuncio del Gobierno del viernes acerca de que enviará un proyecto al Congreso para eliminar las PASO podría simplificar el desdoblamiento. Por ley, cuando el Gobierno nacional convoca a primarias, la Provincia debe hacerlo el mismo día. Si el Congreso las elimina, probablemente la Legislatura bonaerense avance en la misma dirección, lo que simplificaría y economizaría el proceso electoral. Los intendentes también quieren que se terminen las PASO. “En la provincia de Buenos Aires nos tenemos que separar, adelantar la elección con la boleta tradicional de papel y después veremos lo que pasa en Nación”, afirmó el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, quien participó de la reunión con Axel. “Hoy, como estamos, yo creo que hay que eliminar las PASO, estoy convencido”, completó. Cagliardi fue uno de los jefes comunales que acudió a la Justicia para reclamar por la reelección indefinida, tildando de inconstitucional la ley que las prohíbe.
En el caso de que se diera esta posibilidad -elecciones desdobladas, sin PASO-, el interrogante pasará por ver qué sucede con el peronismo, que sigue en tensión. Si algunos imaginaban que la confirmación de la condena a Cristina Kirchner - y las expresiones de apoyo y solidaridad de Kicillof- servirían para dar una vuelta de página a las recriminaciones de los últimos tiempos, no sucedió así. La vuelta a las críticas al gobernador de parte de intendentes camporistas como Mayra Mendoza y Julián Alvarez, las que expresa el diputado Máximo Kirchner en cada entrevista y los cantitos de la militancia de La Cámpora reunida el miércoles frente al Instituto Patria dedicados a Kicillof, hicieron pensar que ya no hay retorno en el vínculo.
Sin la chance de las primarias abiertas -que si tiene una virtud es la de permitir solucionar las diferencias internas a través de las urnas-, lo más probable es que lo que hoy es Unión por la Patria marche dividido en las elecciones bonaerenses en tres listas: una camporista, otra de los sectores que apoyan a Kicillof y una última del Frente Renovador. Ya hay dirigentes calculando que de esa forma podrían conseguir más legisladores que en una única boleta. Eso sí, el riesgo es que s la derecha va unida le gane la Provincia. "Sí, es una posibiliad. Pero pensar en una lista de unidad hoy es imposible. Después, si Cristina decide encabezar la de diputados nacionales en octubre lo más probable es que se haga una única lista, pero para los cargos provinciales y municipales vamos a competir", advertían desde el sector que arma políticamente para Kicillof.