China y el Vaticano acordaron prorrogar por un periodo de cuatro años un acuerdo sobre el nombramiento de obispos católicos en el país comunista, según informaron este martes ambas partes.
El Vaticano alcanzó un acuerdo histórico con el gobierno de Pekín en 2018. El acuerdo, que anteriormente se renovaba cada dos años, da a los funcionarios chinos cierta influencia sobre a quién nombra el papa Francisco como obispos en el país.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino anunció por primera vez la renovación en una rueda de prensa en Pekín. El Vaticano confirmó la decisión en un comunicado, en el que afirmó que "sigue dedicado a fomentar el diálogo respetuoso y constructivo" con China.
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Los católicos conservadores han criticado el acuerdo por ceder demasiado control a China. El cardenal Joseph Zen, de 92 años, obispo de Hong Kong entre 2002 y 2009, ha sido uno de los más críticos.
El Vaticano afirma que el acuerdo resuelve una división de décadas entre una iglesia clandestina que jura lealtad al Vaticano y la Asociación Patriótica Católica, supervisada por el Estado.
El acuerdo nunca se ha publicado, sólo ha sido descrito por funcionarios diplomáticos. El Vaticano afirma que el papa conserva el poder de decisión final en el nombramiento de los obispos chinos.
En la declaración del martes, el Vaticano dijo que espera "un mayor desarrollo de las relaciones bilaterales en beneficio de la Iglesia católica en China y del pueblo chino en su conjunto".
Hablando el mes pasado al final de una gira por el Sudeste Asiático y Oceanía, Francisco dijo que los resultados del acuerdo de 2018 "son buenos. Estoy contento con el diálogo con China. Estamos trabajando con buena voluntad".
Con información de Reuters