Dieciséis países de la UE pidieron el lunes a la Comisión Europea que proponga en los próximos meses una nueva ley sobre fiscalidad del tabaco en el bloque de los 27 que incluya nuevos productos, como los cigarrillos electrónicos o vapeadores, que no están contemplados en la legislación vigente.
La iniciativa, liderada por Países Bajos, cuenta con el apoyo de Croacia, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Letonia, Eslovaquia, España, Bélgica, Bulgaria, Irlanda, Eslovenia y Portugal.
En una carta a la Comisión, los ministros de Economía de estos países afirman que es necesaria una actualización de la legislación comunitaria de 2011 sobre fiscalidad del tabaco porque, a falta de una normativa europea sobre el vapeo, cada país aplica ahora normas y niveles de impuestos especiales diferentes, lo que distorsiona el mercado único de la Unión.
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"Según la directiva actual, la mayoría de estos productos no pueden gravarse como los productos del tabaco tradicionales. Las disposiciones de la directiva actual son insuficientes o demasiado limitadas para responder a los retos a los que se enfrentan las administraciones de los Estados miembros, dada la constante evolución de la oferta de la industria tabaquera", dice la carta conjunta, a la que tuvo acceso Reuters.
"Debido a las deficiencias de la legislación de la UE, los Estados miembros han tomado las medidas oportunas a nivel nacional. Esto ha conducido a la fragmentación, a unas condiciones desiguales y, en última instancia, a la distorsión de nuestro mercado interior".
La actualización de la legislación de la UE sobre fiscalidad del tabaco estaba prevista para finales de 2022, pero se ha retrasado y los países quieren que la nueva Comisión, que tomó posesión el 1 de diciembre para los próximos cinco años, aborde esta cuestión con urgencia.
Hasta ahora, la Comisión Europea ha establecido normas reguladoras para los cigarrillos electrónicos, que incluyen límites al contenido de nicotina y etiquetas que explican que no deben ser utilizados por no fumadores. Los fabricantes deben figurar en un registro estatal antes de venderlos.
Por lo demás, las normas difieren de un país a otro. En Francia, los menores de 18 años no pueden comprar vaporizadores y su uso está prohibido en determinados lugares públicos, como universidades y transportes públicos.
Italia levantó la prohibición de usar cigarrillos electrónicos en público en 2013. Su uso en las escuelas o cerca de ellas sigue estando prohibido. Los vapeadores desechables han atraído especialmente la atención de los legisladores de algunos países de la Unión Europea por motivos medioambientales y sanitarios. Francia ha decidido prohibirlos por completo.
El Consejo Federal alemán, la cámara alta del Parlamento, ha pedido al Gobierno que impulse una prohibición similar de los vaporizadores desechables en toda la UE.
Con información de Reuters
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