El Gobierno de Armenia aprobó el jueves un proyecto de ley para que el país, que en su día formó parte de la Unión Soviética, presente su candidatura de adhesión a la Unión Europea.
En los últimos años, Armenia ha estrechado sus lazos con Occidente en detrimento de sus relaciones tradicionalmente estrechas con Moscú, al que acusa de no defenderla de Azerbaiyán, su eterno rival.
El proyecto de ley se elaboró a raíz de una petición que prosperó.
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En un documento visto por Reuters, el Gobierno respaldaba su presentación al Parlamento, afirmando que representaría "el inicio del proceso de adhesión de la República de Armenia a la Unión Europea".
Bruselas no respondió inmediatamente a una petición de comentarios.
Otros tres antiguos miembros de la Unión Soviética -Estonia, Letonia y Lituania- se han adherido al bloque, un proceso de negociación de años que exige, entre otras cosas, la armonización con la legislación de la UE.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, subrayó el jueves ante el gabinete que la opinión pública no debe esperar una adhesión rápida y que, en cualquier caso, requeriría la aprobación por referéndum.
En 2023, Pashinyan declaró ante el Parlamento Europeo que Armenia estaba dispuesta a acercarse lo más posible a la UE, aunque no llegó a respaldar la plena adhesión.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó a la prensa que Rusia necesitaba conocer la postura de Bruselas y que Armenia no podía adherirse a la UE sin dejar de ser miembro de la Unión Económica Euroasiática, un bloque comercial de algunos países postsoviéticos.
Aunque las relaciones de Armenia con la UE son cordiales, la adhesión no será fácil.
Este país montañoso y sin salida al mar, de 2,7 millones de habitantes, no tiene fronteras con la UE y está en conflicto con Azerbaiyán, uno de los principales proveedores de gas de los países de la UE, desde finales de los años ochenta.
En 2023, Azerbaiyán lanzó una ofensiva relámpago para retomar el control de Nagorno-Karabaj, región separatista gobernada durante más de tres décadas por su mayoría étnica armenia con el respaldo de Armenia, lo que provocó la huida de su población.
Esta semana, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, afirmó que Armenia representaba una amenaza "fascista" que había que destruir, en lo que Armenia dijo que podría ser el preludio de un nuevo conflicto.
(Reportaje de Felix Light; Información adicional de Dmitry Antonov y Bart Meijer; Edición de Kevin Liffey. Editado en español por Natalia Ramos)
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