El papa Francisco pidió valentía para "cambiar las cosas que están mal" y no "regodearse en la mediocridad". El sumo pontífice presidió una solemne misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro e inauguró el año santo católico 2025.
Francisco recordó que la historia del nacimiento de Jesús como hijo de un carpintero pobre debe infundir la esperanza de que todas las personas pueden tener un impacto en el mundo.
En un sermón centrado en la virtud de la esperanza, que también es el tema del Año Santo, el pontífice dijo que la esperanza "es una llamada a no demorarnos, a no ser retenidos por nuestros viejos hábitos, o a regodearnos en la mediocridad o la pereza". Y profundizó: "La esperanza nos llama... a disgustarnos con las cosas que están mal y a encontrar el valor para cambiarlas".
Al comienzo de la ceremonia del martes, Francisco supervisó la apertura de una "Puerta Santa" especial con paneles de bronce en San Pedro, que sólo se abre durante los años jubilares. El Vaticano espera que hasta 100.000 peregrinos atraviesen la puerta cada día del próximo año.
Francisco pidió por la reducción de la deuda externa
En la misa papal celebrada en la Basílica de San Pedro, ante miles de fieles y miles de espectadores en las pantallas de la plaza, el Papa reiteró su llamamiento a los países desarrollados para que aprovechen el Jubileo para reducir la carga de la deuda de las naciones de renta baja.
"El Jubileo nos llama a la renovación espiritual y nos compromete a la transformación de nuestro mundo", dijo el Pontífice. "Un tiempo de jubileo para los países más pobres agobiados por deudas injustas; un tiempo de jubileo para todos los que están sometidos a formas de esclavitud antiguas y nuevas", agregó.
Un llamamiento a la cancelación directa de la deuda realizado por el difunto papa Juan Pablo II durante el año del Jubileo en 2000 desencadenó una campaña que se tradujo en la cancelación de 130.000 millones de dólares de deuda entre 2000 y 2015.
Francisco, que cumplió 88 años este mes, estuvo padeciendo lo que el Vaticano describió como un resfriado. El martes por la noche parecía estar en buena forma, aunque su voz era un poco áspera.
El miércoles, el Papa pronunciará su mensaje y bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) del Día de Navidad.
Con información de Reuters