Cuando le queda un mes en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene una larga lista de medidas de política interna y externa que espera llevar a cabo antes de que asuma el presidente electo, cuando se espera que el republicano intente revertir gran parte de la trayectoria de Biden.
A la cabeza de la lista de Biden están los últimos y apresurados esfuerzos para garantizar un alto el fuego en Gaza y la liberación de rehenes estadounidenses en el extranjero, distribuir más ayuda a Ucrania, conceder más indultos a criminales no violentos, perdonar más deudas a estudiantes, liberar más fondos para la producción de chips semiconductores y bloquear potencialmente la venta de acero estadounidense, según asistentes de la Casa Blanca y un memorando interno visto por Reuters.
La lista refleja cómo las prolongadas y sangrientas guerras en Europa y Oriente Medio bajo el mandato de Biden han secuestrado su legado en el extranjero, donde prometió restaurar y reforzar el liderazgo estadounidense. Simultáneamente, los fracasos electorales de los demócratas han sacudido su legado en casa.
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Biden, de 82 años, prometió rehacer la economía de Estados Unidos como presidente y consiguió importantes victorias legislativas en la primera mitad de su mandato de cuatro años, incluidas las leyes bipartidistas de infraestructuras y de reducción de la inflación.
Sin embargo, el proceso legislativo se detuvo tras la victoria de los republicanos en la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas de 2022. Algunos demócratas culpan a la negativa de Biden a hacerse a un lado como candidato de sus colosales derrotas este noviembre, sobre todo la derrota de la vicepresidenta Kamala Harris ante Donald Trump en todos los estados disputados.
Asegurar un acuerdo de alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás que, según las autoridades palestinas, ha matado a más de 45.000 personas en Gaza, y reforzar la defensa de Ucrania en su guerra de casi tres años con Rusia son las principales prioridades, según funcionarios de la Casa Blanca.
"Esto no es algo inusual para los presidentes al final de su mandato o en el período de transición si hay conflictos sin resolver", dijo el historiador presidencial de Estados Unidos y profesor de la Universidad de Vanderbilt Thomas Alan Schwartz.
En los próximos días podría alcanzarse un acuerdo de alto el fuego en la guerra de Gaza, que dura ya 14 meses, y la Administración ha hecho un enérgico esfuerzo diplomático esta semana. En el pasado ya fracasaron conversaciones similares, pero el alcance de este acuerdo es más limitado.
Biden también está apresurando el envío de armas a Ucrania por temor a que Trump, que a menudo presume de su estrecha relación con el presidente ruso Vladimir Putin, se muestre menos proclive a ayudar al esfuerzo bélico de Ucrania.
También es posible que intente cerrar un pacto de seguridad con Arabia Saudí, que podría reforzar a ambos países frente a Irán. La potencia petrolera de Oriente Medio rechazó la condición de Biden de normalizar las relaciones con Israel y, en consecuencia, abandonó las conversaciones sobre un tratado vinculante de defensa mutua con Estados Unidos.
FRENTE INTERIOR
El último esprint de Biden en política interior incluirá la distribución de los fondos restantes que consiguió a través de su histórica legislación sobre inversiones, incluida la financiación de Internet de alta velocidad para los estados, según una nota interna vista por Reuters.
En enero, se espera que anuncie un tope de 2.000 dólares en el costo de los medicamentos recetados para los beneficiarios de Medicare, y trabajará con el Congreso para conseguir la confirmación de jueces federales hasta el último minuto, según la nota.
El escenario está prácticamente preparado para que Biden bloquee la venta de U.S. Steel a un comprador extranjero tan pronto como la próxima semana, algo que ha prometido hacer durante casi un año mientras promociona su misión de mantener y ampliar la fabricación en suelo estadounidense.
El Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés), que revisa los acuerdos para detectar riesgos para la seguridad nacional, tiene de plazo hasta el 23 de diciembre para aprobar el acuerdo, ampliar la revisión o recomendar a Biden que lo deseche.
En esta cuestión, Biden y Trump están de acuerdo: Trump dijo a principios de este mes que bloquearía el acuerdo.
Otras prioridades implican políticas o programas a los que Trump probablemente se oponga, incluidos los esfuerzos para mitigar los efectos del cambio climático.
Se espera que el Departamento del Tesoro publique hoy mismo su controvertida guía final para la desgravación fiscal de la Ley de Reducción de la Inflación para proyectos de hidrógeno, y los funcionarios de Biden están consultando con sus homólogos de la UE sobre el bloqueo de las emisiones de metano antes de que Trump tome posesión.
El Departamento de Comercio está adjudicando rápidamente sus fondos restantes para impulsar la fabricación de chips semiconductores en Estados Unidos, que fueron asignados por la Ley CHIPS y de Ciencia de Biden. Trump ha criticado el precio del programa, poniendo en duda su futuro.
(Reportaje de Trevor Hunnicutt, Valerie Volcovici, Gabriella Borter y Steve Holland; Edición de Heather Timmons, Stephen Coates y Andrea Ricci. Editado en español por Natalia Ramos)