(Agrega declaración de ex primer ministro y presentación de la fiscal general)
La aprobación de una medida clave de la reforma judicial impulsada por el Gobierno de Benjamin Netanyahu intensificó hoy la crisis en Israel, con llamados a huelgas y nuevas protestas para frenar una ley que divide al país y suscitó críticas de aliados extranjeros.
El sindicato de médicos realizó hoy una huelga en el servicio público, excepto para urgencias.
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"La mano tendida para el diálogo quedó suspendida en el aire", dijo el presidente de la Asociación Médica de Israel, Zion Hagay, en un comunicado en el que anunció la medida de fuerza.
El jefe de la central sindical Histadrut, Arnon Bar David, amenazó con "una huelga general si fuera necesario" contra la reforma.
El Colegio de Abogados de Israel fue uno de los numerosos grupos que presentaron pedidos ante la Corte Suprema para anular la nueva cláusula aprobada anoche por el Parlamento, llamada de "razonabilidad", que limitará la capacidad de los jueces para anular las decisiones del Gobierno que consideren "irrazonables".
"Un día negro para la democracia israelí", rezan hoy las portadas de varios diarios. Cuatro de ellos, incluso, publican sus tapas pintadas casi íntegramente de negro.
Los manifestantes permanecieron ayer en las calles hasta altas horas de la noche tras la votación en la Knéset (Parlamento), informó la agencia de noticias AFP.
Unas 58 personas fueron detenidas en las manifestaciones, según la Policía, varias de ellas en Tel Aviv, foco de uno de los mayores movimientos de protesta de la historia del país.
Los agentes reprimieron con carros hidrantes una manifestación en una de las principales rutas de Tel Aviv, donde la multitud ondeaba banderas israelíes.
Los críticos de la reforma judicial que impulsa el oficialismo temen que socave la democracia al eliminar los controles y equilibrios sobre el Ejecutivo.
El ex primer ministro de Israel Ehud Olmert (2006-2009) advirtió hoy que las tensiones generadas por la reforma judicial provoca que el país esté "entrando en una guerra civil".
"Esta es una amenaza grave (...) Nunca había sucedido antes y ahora estamos entrando en una guerra civil", alertó en una entrevista para la cadena británica Channel 4 y recogida por el diario The Jerusalem Post.
Olmert advirtió que, si la reforma judicial sigue adelante, se desatará "desobediencia civil con todas las ramificaciones posibles para la estabilidad del Estado y la capacidad del gobierno para actuar", todo esto sumado a la desobediencia ciudadana.
Según el ex primer ministro, parte de la población considera al Gobierno de Netanyahu "como ilegítimo" y estimó que la coalición actual "ha decidido amenazar los cimientos de la democracia israelí", citó la agencia de noticias Europa Press.
Netanyahu defendió ayer la aprobación de esa cláusula como "una etapa democrática necesaria" y aseguró que quería negociar con la oposición sobre el proyecto de reforma, pero no logró apaciguar a los opositores.
El asediado primer ministro, que estuvo en la votación, dio muestras de fatiga en el hemiciclo, un día después de una operación quirúrgica en la que se le colocó un marcapasos.
La oposición abandonó la Cámara para boicotear la votación de la cláusula, que igual pudo ser aprobada con 64 votos en una cámara de 120 escaños.
"No hay primer ministro en Israel. Netanyahu se ha convertido en una marioneta de extremistas mesiánicos", dijo el jefe de la oposición, Yair Lapid, en referencia a los aliados de extrema derecha y judíos ultraortodoxos del primer ministro.
Los opositores acusan a Netanyahu, quien está siendo juzgado por corrupción, de querer usar esta reforma para anular posibles juicios en su contra, lo que él niega.
La inestabilidad política hizo saltar las alarmas entre los aliados de Israel.
Estados Unidos calificó la votación de "desafortunada" y el Gobierno alemán dijo estar siguiendo con "gran preocupación" las tensiones que sacuden la sociedad israelí.
Las protestas atrayeron el apoyo de todos los estratos políticos y sociales, tanto de izquierda como de derecha, grupos seculares y religiosos, activistas por la paz y reservistas militares, así como trabajadores manuales y del sector tecnológico crucial para la economía del país.
Fuerzas de Defensa de Israel amenazaron con abandonar el servicio voluntario y los médicos también se han decantado por la huelga.
También hoy, la Fiscal General Gali Baharav-Miara solicitó que el Tribunal Superior de Justicia anule una ley aprobada en marzo que limita las circunstancias en las los primeros ministros pueden ser considerados incapaces y obligados a renunciar.
En su presentación, la fiscal argumentó que el Parlamento abusó de su autoridad para aprobar la ley de marzo con el fin de mejorar la situación jurídica personal de Netanyahu, procesado por corrupción, informó el diario The Time of Israel.
En el plano económico, la calificadora de riesgo Morgan Stanley trazó un "escenario adverso" después de la aprobación de parte de la reforma judicial.
"Vemos un aumento de la incertidumbre sobre las perspectivas económicas en los próximos meses y los riesgos se inclinan hacia nuestro escenario adverso", dijeron los analistas de Morgan Stanley en una nota de investigación.
Con información de Télam