China levanta el tono, lanza advertencias y le hace frente a Trump en su guerra comercial

Hace ocho años, cuando Trump lanzó su primera guerra comercial contra China, la potencia asiática apeló al multilateralismo y denunció la agresividad de Washington. Hoy, más fuerte económica y militarmente, parece decidida a confrontarlo.

08 de marzo, 2025 | 00.01
China levanta el tono, lanza advertencias y le hace frente a Trump en su guerra comercial China levanta el tono, lanza advertencias y le hace frente a Trump en su guerra comercial

China le advierte a Estados Unidos que no juegue con fuego. Tras los anuncios de Donald Trump de aranceles para gran parte del mundo, incluido el gigante asiático, desde el gobierno de Xi Jinping se muestran preparados para hacerle frente al republicano en lo relacionado a lo comercial, pero también en lo militar. La administración china apunta a continuar con su desarrollo económico y plantea que quiere llevar a un acuerdo de manera pacífica, pero al mismo tiempo no descartan ninguna opción de enfrentamiento si consideran que no respetan el lugar que ocupa la segunda economía del mundo o si llega a haber una injerencia extranjera en Taiwán.

China sube el tono

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“Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea arancelaria, comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final”, escribieron en las redes sociales de la Embajada de China en territorio norteamericano. Si bien desde el gobierno de Xi Jinping piden al país del norte dejar atrás la “mentalidad de la guerra fría” y sostienen que no tienen interés en ir a una mayor tensión, hablar incluso de la posibilidad de un conflicto bélico resonó fuertemente porque las comunicaciones de los funcionarios están pensadas y no son al azar ni “desbocadas”, como ocurre con políticos de otros países.

Más tarde, se sumó el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi. ​​​​​​"Si se elige la cooperación, puede llevar a un beneficio recíproco; pero si la presión continúa, China responderá firmemente", afirmó en una conferencia de prensa en el marco de reunión anual de la Asamblea Nacional Popular, en la cual le dedicó gran parte del tiempo a hablar sobre la política agresiva de Trump. Incluso hizo una referencia a su vínculo con América Latina y afirmó que la región "desea independencia y autonomía, no doctrina Monroe", y que en cambio China siempre ha adherido al “principio del trato igualitario” y de comunidad global.

En el primer gobierno de Trump, en búsqueda de contrarrestar el peso económico internacional de China, aplicó aranceles a los productos importados del gigante y la administración de Joe Biden los continuó. En ese momento, el gobierno de Xi respondió con impuestos recíprocos en lo que se conoció como la guerra comercial. Ahora, el republicano que llegó más envalentonado por haber ganado con el voto popular, con la mayoría en las dos cámaras del Congreso y una Corte con mayoría conservadora, apenas asumió comenzó un anuncio tras otro de impuestos a los productos no solo al país asiático, sino incluso a estados con los que mantiene Tratados de Libre Comercio.

Si bien en algunos casos el republicano dio marcha atrás, no fue el caso de China. Además de mantenerlos, anunció que aplicará aranceles recíprocos. Varios analistas sostienen que el gobierno de Xi podría haber sido más duro con la respuesta y esa acción fue vista como una posible búsqueda de impedir lo que desde el mismo gobierno chino sostienen: en una guerra “no hay ganadores” y se debe evitar librar un conflicto de estas características. Además de las advertencias, Beijing acusa a Estados Unidos de vulnerar las reglas de la Organización Mundial del Comercio.

“La reciente declaración de la Embajada de China en Estados Unidos ha resonado como un trueno en el panorama mediático occidental. Esta declaración rompe con la percepción tradicional de que el lenguaje diplomático chino es siempre moderado y conciliador, mostrando en cambio una determinación firme y directa. Este cambio de tono, de ‘sereno y educado’ a ‘directo y contundente’ refleja la determinación de China de no ceder ante las políticas unilaterales y coercitivas de Estados Unidos”, explicó a El Destape la periodista y reconocida reportera china de CGTN, Beibei He.

Además de resaltar el cambio comunicacional desde China ante las amenazas estadounidenses, la periodista calificó de “pretexto” el argumento del fentanilo para incrementar del 10% al 20% los aranceles y “comenzar una guerra arancelaria”. Beibei He recordó lo que dijo esta semana el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China: “Lin Jian denunció enérgicamente las acciones de Estados Unidos durante una la conferencia, las calificó como un acto de ‘ingratitud’ y señaló que Estados Unidos está transfiriendo sus fracasos de gestión interna a otros países”.

El gobierno del republicano aplica los aranceles con el argumento de combatir la llegada de fentanilo. Según denuncia Washington, los precursores químicos del fentanilo llegan desde Asia, la droga se produce en México y luego se contrabandea a través de la frontera norte a Estados Unidos, donde es el causante de más de 70 mil muertesal año por sobredosis. Sin embargo, desde el gobierno de Xi no creen que este sea el verdadero objetivo, sino que el trasfondo tiene que ver con el avance del gobierno del gigante en lo comercial y tecnológico, entre otras áreas, en las que al Estado norteamericano se le hace cada más complejo competir.

El multilateralismo

“China hace esfuerzos denodados por presentarse como una potencia del status quo, un país previsible, que puede garantizar continuidad y estabilidad mundial porque su propia economía está intrínsecamente ligada a ese bienestar de la economía global, mientras que Estados Unidos tiene mucha más capacidad de daño, China hace años que mantiene una estrategia mucho más constructiva del multilateralismo, intentado crear sus propias redes y resortes para ir construyendo un sistema globalizado alternativo al que Estados Unidos está intentando desmantelar”, explicó a El Destape el historiador y sinólogo, autor del libro Argentina, China y el mundo 1945-2022, Francisco Taiana.

El sinólogo sostiene que el país del Norte fue “el principal arquitecto y garante del sistema global” durante la Guerra Fría con la Unión Soviética: “Estados Unidos iba reforzando aliados en los bordes de Eurasia para contener al bloque socialista y fue exitoso durante la Guerra Fría y particularmente con la incorporación de China a ese bloque antisoviético. El sistema se mantuvo más o menos intacto en la post guerra fría, pero Estados Unidos se dio cuenta que el principal beneficiario de ese sistema de economía globalizada y libre navegabilidad fue China que llegó a convertirse en la segunda economía más grande del mundo, y de ahí empezó a cambiar su cálculo estratégico. Creo que este nuevo Trump es una aceleración de eso”.

Si bien la administración de Xi afirma que no tiene interés en generar un conflicto que tendría consecuencias en el mundo, en los últimos días también se encargó de demostrar que si Estados Unidos no lo respeta, están dispuestos a ir a fondo. Esta semana, se realizó la apertura de la Asamblea Nacional y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, dos eventos claves en los que se trazan los objetivos del país. Se insistió con el objetivo de tener un crecimiento del 5% del PBI este año, pero además se anunció que se destinará un 7.2% más en Defensa. China se ubica en el segundo puesto en esa materia, después y lejos del arsenal que tiene Estados Unidos, pero lo ha incrementado en los recientes años, incluso lo duplicó en la última década.

“China muestra los dientes para comunicar que está preparada para competir a nivel económico, y a nivel militar en cuanto a la no injerencia en la cuestión de Taiwán. Le dice al sistema internacional que hay una sola China y Taiwán es una provincia rebelde. Por eso aclara que, inclusive, en la guerra o en otros frentes China va a estar preparada para decirle a Estados Unidos que no juegue con fuego, que no está en una posición de fortaleza como estaba antes y que ya no estamos en mundo unipolar”, afirmó a El Destape el doctor en Estudios Globales con especialización en China, Gonzalo Ghiggino.

El especialista recordó que China busca transmitir el mensaje de un mundo multipolar, con distintos focos de poder como puede ser el propio Estados Unidos, pero también India, China o la Unión Europea. En cuanto a los objetivos domésticos del gobierno de Xi,  Ghiggino, desde Shanghai, explicó: “Lo interesante de la advertencia de China ante la primera situación de roce es que el país busca posicionarse y decir: ‘Se nos respeta también’, 'Los espacios de poder se respetan'. El objetivo de China es seguir creciendo, lo que dicen en el gobierno es realizar inversiones estratégicas, mayor consumo interno, más empleo y elevar la calidad de vida empujando el mercado y mantenerlo con el mundo exterior porque necesita del mundo exterior”.

Beibei He coincidió con Ghiggino y afirmó que el enfoque más firme por parte de China tiene que ver también con “el reflejo de la confianza en su propio desarrollo y en su capacidad para defender sus intereses nacionales”. En tanto, Taiana también cree que China que está muy entrelazada con el comercio exterior, por lo cual no le interesa ir a una guerra arancelaria. Eso sí, advirtió sobre la cuestión bélica: “No se puede separar la creciente tensión entre Washington y Beijing con los arreglos que está intentando en Ucrania. Trump quiere arreglar con Rusia con la expectativa de que eso aleja a Rusia de China y poder concentrarse ahí. La cuestión más compleja -y que a mi modo de ver es una bomba de tiempo- es Taiwán, en donde se podría complicar mucho la cuestión”.

Más allá de las intenciones del gobierno de Xi Jinping de no ir a un conflicto, ya sea para mantener su estabilidad económica o por su filosofía de no injerencia, las recientes declaraciones públicas demuestran que está dispuesto a hacerse valer como la segunda potencia mundial que es. Si bien el foco está puesto en lo que puede pasar en materia arancelaria, un punto de quiebre podría ser en el plano militar, si Beijing considera que Estados Unidos tiene algún tipo de intervención en Taiwán.

El gobierno chino ya advirtió que una escalada alrededor de Taiwán podría tocar el corazón de la administración comunista y, por eso, ya anunció que en tal caso estaría dispuesto a una confrontación bélica. Esta opción pareciera no favorecer a nadie, ya que se trata de las dos potencias más relevantes del mundo no sólo en términos económicos, sino también militares. La tensión aún no está en ese nivel, pero tras el arranque en quinta del gobierno de Trump y la respuesta poco usual de China, esta ya no parece una posibilidad imposible.

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