La mayoría de los edificios de la Franja de Gaza son escombros o están seriamente dañados por más de dos años de constantes bombardeos de Israel. Muchos de ellos están empezando a derrumbarse, matando a las familias que se quedaron para refugiarse de los ataques que no cesan, ni siquiera con la tregua impuesta por Estados Unidos. Ahora, además, debido a las fuertes tormentas del invierno, una parte importante de los precarios y abarrotados campos de desplazados están inundados y son una trampa mortal para cientos de miles de palestinos. Por eso, la Autoridad Nacional Palestina pidió al mundo que envíe 200.000 casas prefabricadas para contener una crisis humanitaria que no para de empeorar.
La Sala de Operaciones del Gobierno de la ANP, con sede en Ramallah, Cisjordania, sostuvo que las carpas ya no resisten a las fuertes tormentas. Muchas fueron destruidas por los vientos, otras, completamente inundadas. Fuentes médicas de Gaza ya registraron que en varios casos mujeres y niños fallecieron dentro de ellas porque quedaron atrapadas y se ahogaron.
Sami Asliye vive en una carpa destartalada en el campo de refugiados de Nuseyrat, en el centro de la Franja de Gaza. Le contó a la agencia de noticias turca Anadolu que hace sólo unos días no pudo proteger a su familia de las fuertes lluvias y los fuertes vientos: "Necesitamos una casa prefabricada. Las carpas no nos protegen de la lluvia ni del viento. Esta es la tercera vez que nuestra carpa se inunda desde que empezó el invierno".
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Una historia similar contó Atiyya Farajallah, una anciana gazatí que sostiene que todo su campo de desplazados necesita ayuda urgente. "Perdí a cinco de mis hijos y la carpa en la que me refugié se inundó dos veces", aseguró. Vive con su marido, pero no tienen recursos o fuerza para ir a otro lado.
Pese a lo dramático de la situación y al número de muertos y heridos que crece día a día, es poco probable que consigan esas 200.000 casa prefabricadas porque, aún si una organización humanitaria las consigue o un Estado decide donarlas, Israel sigue manteniendo un bloqueo militar que sólo permite el ingreso limitado de ayuda, principalmente ligada a la comida, el agua potable y el combustible, en menor medida.
Así lo viene denunciando la ONU y el resto de las organizaciones humanitarias que siguen trabajando en la Franja de Gaza, pese a los constantes ataques y la falta de recursos.
