Escándalo en Eurovisión: ola de renuncias y boicot masivo de países por la participación de Israel

La Unión Europea de Radiodifusión (UER) enfrenta su peor crisis. Mientras Francia intenta blindar la participación israelí, crecen las campañas populares y las amenazas de abandono de delegaciones históricas para las próximas ediciones, denunciando el "doble estándar" frente al genocidio en Gaza.

07 de diciembre, 2025 | 14.22

Lo que parecía una amenaza lejana se convirtió en un hecho político sin precedentes: España oficializó su retirada del Festival de Eurovisión 2026 en protesta por la participación de Israel. La decisión de RTVE, la cadena pública española, rompió el tablero de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) al convertirse en el primer miembro del "Big Five" (los cinco grandes fundadores y financistas del certamen) en abandonar el barco por motivos éticos y políticos vinculados a la guerra en Gaza.

El anuncio llegó tras una tensa votación en Ginebra donde la UER ratificó, mediante voto secreto, que Israel podrá seguir compitiendo pese a las denuncias internacionales por crímenes de guerra. La respuesta de España fue inmediata y contundente: no habrá delegación española en Viena 2026.

"No se puede blanquear a Israel dado el genocidio en Gaza. La cultura debe estar del lado de la paz y la justicia", sentenció Ernest Urtasun, ministro de Cultura de España, respaldando la decisión de la cadena pública de poner "los derechos humanos por encima de cualquier interés económico".

Efecto dominó: quiénes siguen a España

El portazo de Madrid desató una reacción en cadena que amenaza con vaciar el festival. Minutos después del anuncio español, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia confirmaron que también se bajan de la competencia.

  • Países Bajos: La cadena neerlandesa, que ya había tenido incidentes con la delegación israelí en la edición pasada, declaró que su participación "no es compatible con sus valores públicos fundamentales" en el contexto actual.

  • Irlanda: Histórica potencia del festival, calificó de "inconcebible" participar mientras continúa la "pérdida atroz de vidas y la crisis humanitaria" en Palestina.

  • Eslovenia: Se sumó al bloque del boicot exigiendo coherencia a la organización, que en 2022 expulsó a Rusia en cuestión de horas tras la invasión a Ucrania pero blinda a Tel Aviv tras más de dos años de ofensiva.

Además, se espera que en las próximas horas Islandia y Bélgica definan su postura, presionados por fuertes campañas de sus propios sindicatos de artistas.

La grieta europea: Francia y Alemania sostienen a Israel

Mientras el bloque del sur y el norte de Europa se rebela, las potencias centrales intentan salvar el evento. Francia y Alemania (también miembros del Big Five) salieron a blindar la participación israelí.

El gobierno alemán llegó a sugerir que si Israel era expulsado, ellos también se retirarían en solidaridad, planteando un escenario de fractura total. Por su parte, Francia insiste en el argumento de que "la música no es política", una postura que choca de frente con la realidad de un festival que hoy está más cerca de ser un campo de batalla diplomático que una fiesta de la canción.

Con la salida de España, Eurovisión pierde no solo a uno de sus mayores mercados de audiencia, sino gran parte de su financiamiento, dejando a la edición 2026 en Viena al borde del abismo.