"Agradezco cada oración y palabra de consuelo que recibí en los últimos días", dice el mensaje en las redes sociales que publicó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en donde compartió un video en lo que se lo ve de paseo por los pasillos del Hospital Sirio Libanés de San Pablo. A sus 79 años, el mandatario debió ser sometido a dos cirugías intracraneales en la última semana producto de una hemorragia cerebral que tuvo como secuela de un golpe en la cabeza que sufrió hace casi dos meses. Según el último boletín médico, este viernes ya pasó a cuidados "semi-intensivos".
"Janinha me pasó todos los mensajes. Pido que estén tranquilos. ¡Estoy firme y fuerte! Andando por los pasillos con Marcos Stavale, el neurocirujano responsable de mi procedimiento, conversando bastante, me alimento bien y, pronto, estaré listo para volver a casa y seguir trabajando y cuidando de cada familia brasileña", contó Lula en sus redes. "2025 está llegando y tenemos muchos encuentros por Brasil y por el mundo. Gracias por el cariño y por toda la dedicación del equipo médico. ¡El amor que recibo me mantiene siempre listo para seguir!".
El presidente brasileño fue operado con éxito el martes por un hematoma cerca del cerebro derivado de un golpe sufrido hace casi dos meses, cuando se cayó en el baño de la residencia presidencial en Brasilia. Dos días después se sometió a una nueva intervención complementaria, un cateterismo para minimizar el riesgo de más sangrados en el futuro.
A partir de una nota en el diario paulista Folha, en tanto, se supo que el mandatario prácticamente no dejó de trabajar durante su semana de internación: habló por teléfono con el vicepresidente, Geraldo Alkcmin; con algunos de sus ministros, sancionó una ley y respondió los mensajes de pronta recuperación a líderes de distintas partes del mundo.
Según informó el portal R7, en cuidados "semi-intensivos" se controlan la presión, la frecuencia cardíaca y la respiración. En tanto, Lula no salió de la sala donde se encuentra en el hospital, como predijeron los médicos; el cambio es en relación al seguimiento continuo del paciente, reducido según la evolución del cuadro clínico. En la práctica, si antes Lula era vigilado ininterrumpidamente por los médicos, ahora es por intervalos, explicaron.
“Podemos decir que el presidente abandonó la UCI, que brinda cuidados intensivos al paciente. En la fase semi-intensiva el seguimiento es la parte más afectada, ya que se realiza en más espacios, no de forma constante, como en la UCI. En cuidados semi-intensivos hay menos estructura porque, en teoría, el paciente no necesita tantas intervenciones médicas”, explicó a R7 el médico intensivista Alberto Mendonça Pires, coordinador de la UCI del Hospital Santa Lúcia, en Brasilia.