El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, disolvió este viernes el Parlamento (Bundestag) y fijó los nuevos comicios en el país europeo para el 23 de febrero, tal como estaba previsto tras el llamado a elecciones anticipadas por parte del canciller, Olaf Scholz.
La decisión de Steinmeier de hoy era esperada y se produce tras el colapso, en noviembre pasado, de la coalición tripartita que Scholz encabezaba desde 2021. Esto sucedió luego de que el canciller fuera derrotado en una moción de confianza el pasado 16 de diciembre, convocada precisamente con la intención de llamar a estas elecciones. La disolución del parlamento ocurre siete meses antes de que hubiera acabado la legislatura.
Los líderes parlamentarios de los socialdemócratas (SPD) de Scholz y los conservadores demócrata-cristianos (CDU) ya habían acordado la fecha de los nuevos comicios en febrero. El artículo 39 de la Ley Fundamental de Alemania, la constitución, estipula que deben celebrarse nuevas elecciones dentro de los 60 días siguientes a la moción de confianza.
Scholz, que permanecerá en el cargo como canciller interino hasta que se forme un nuevo gobierno, se enfrenta a una dura lucha por la reelección. En las encuestas recientes, el SPD aparece unos 10 puntos por debajo de la CDU, que gobernó entre 2005 y 2021 bajo la administración de Angela Merkel.
Steinmeier declaró que la estabilidad política es un activo valioso en Alemania, describiendo la disolución del Bundestag y las elecciones anticipadas como excepciones a la regla. "Pero sobre todo en tiempos difíciles como los actuales, la estabilidad exige un gobierno capaz de actuar y mayorías fiables en el Bundestag", afirmó el presidente. También enfatizó la necesidad de "estabilidad política" y apeló, en ese sentido, a que la campaña se "realice con respeto y decencia".
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Asimismo, Steinmeier recordó a los partidos políticos y a los votantes los desafíos que enfrentará el próximo gobierno, dada la "situación económicamente inestable... las guerras en Oriente Medio y Ucrania", así como los debates sobre la inmigración y el cambio climático.
El presidente alemán también expresó su deseo de que "la campaña se lleve a cabo con medios justos y transparentes" y advirtió sobre los peligros de la "influencia extranjera... que es particularmente intensa en [la red social] X". "El odio y la violencia no deben tener cabida en esta campaña electoral, ni la denigración ni la intimidación... todo esto es veneno para la democracia", concluyó Steinmeier.
Con información de Deutsche Welle