La OTAN tomó el relevo de Estados Unidos en la coordinación de la ayuda militar occidental a Ucrania, tal y como estaba previsto, informó una fuente el martes, en un movimiento que se cree busca salvaguardar el mecanismo de apoyo frente a un escéptico de la alianza como Donald Trump.
El paso, que se produce tras un retraso de varios meses, da a la OTAN un papel más directo en la guerra contra la invasión de Rusia, aunque se queda muy lejos de comprometer sus propias fuerzas.
Sin embargo, los diplomáticos reconocen que el traspaso a la OTAN puede tener un efecto limitado, dado que Estados Unidos, bajo el mandato de Trump, aún podría asestar un duro revés a Ucrania recortando su apoyo, ya que es la potencia dominante de la alianza y suministra la mayoría de las armas a Kiev.
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Trump, que asumirá el cargo en enero, ha dicho que quiere poner fin con rapidez a la guerra en Ucrania, pero no cómo pretende hacerlo. Hace tiempo que critica la magnitud de la ayuda financiera y militar de Estados Unidos a Ucrania.
El cuartel general de la nueva misión de la OTAN en Ucrania, bautizada como NATO Security Assistance and Training for Ukraine (NSATU), se encuentra en Clay Barracks, una base estadounidense en la ciudad alemana de Wiesbaden.
Una persona conocedora del asunto dijo a Reuters que ya está plenamente operativa. No se dio ninguna razón pública para explicar los retrasos.
En el pasado, el grupo Ramstein liderado por Estados Unidos, una coalición ad hoc de unas 50 naciones que toma su nombre de una base aérea estadounidense en Alemania donde se reunió por primera vez, coordinó los suministros militares occidentales a Kiev.
Está previsto que la NSATU cuente con una dotación total de unos 700 efectivos, incluidas tropas estacionadas en el cuartel general militar de la OTAN SHAPE en Bélgica y en centros logísticos en Polonia y Rumania.
Con información de Reuters
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