El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien se posicionó como uno de los principales referentes opositores al Gobierno nacional de Javier Milei, realizó un análisis sobre las consecuencias que tuvieron las políticas de la gestión libertaria sobre la población del país, con un enfoque especial sobre cómo afectó a las economías provinciales.
A través de su perfil de X (ex Twitter), el mandatario riojano aseguró que el gobierno de Milei "no ha hecho otra cosa que desandar los caminos de la cohesión social y del federalismo", por lo que fue "un año que se recordará como el momento en que Argentina pareció decidir prescindir de su propia gente, de sus provincias y de su historia".
"La educación pública ha sido una de las primeras víctimas. Las universidades, los maestros, los estudiantes: todos ellos han sentido el filo de un ajuste que no es ajuste, sino amputación. El presupuesto educativo ha sido reducido al punto de que, según los propios números del gobierno, el financiamiento para universidades cayó un 20% en términos reales. Esto ha dejado a miles de estudiantes sin becas, sin recursos y con sus sueños truncados. Y no se trata de fríos números en un presupuesto; se trata de condenar a miles, quizá millones, a una vida sin herramientas para salir adelante. ¿Qué país decide cortar su propia capacidad de pensar? Es difícil entenderlo", indicó el gobernador con respecto al área educativa.
En relación a la red sanitaria, aseguró que "también ha sido abandonada sin recursos, sin programas y con hospitales que apenas sobreviven". Según los datos del Ministerio de Salud, el presupuesto en programas de atención primaria disminuyó un 25%, lo que deja a millones de pacientes sin acceso a tratamientos básicos. "Que quien no pueda pagar, no pueda vivir. Es una manera brutal de reducir costos: dejando que algunos simplemente desaparezcan y, en algunos casos, ayudándolos a desaparecer", subrayó.
"Los jubilados, esos hombres y mujeres que trabajaron toda su vida esperando una vejez digna, han sido otro blanco. En el último año, más del 30% de los jubilados han caído por debajo de la línea de pobreza, un dato alarmante en un país que alguna vez se enorgulleció de su sistema previsional. Las políticas de este gobierno han reducido sus ingresos y su dignidad, obligándolos a elegir entre comer o comprar sus medicamentos. Es una crueldad que roza el sadismo. Pero claro, para Milei, la dignidad no cotiza; la justicia social ahuyenta a los CEOs", añadió el mandatario con respecto a los recortes a la tercera edad.
Con respecto a la particularidad de La Rioja, Quintela aseguró que "la situación es aún peor": "Este gobierno ha decidido que somos prescindibles. Mientras que las transferencias de coparticipación para la provincia han caído un 15% en términos reales, los costos de servicios básicos, como la electricidad y el agua, se han disparado en un a cifras exponenciales, lo que hace imposible que un ciudadano pueda acceder al pago de esos servicios".
Entre las medidas más controversiales, enumeró la quita de recursos y la deuda millonaria que mantiene Nación con la provincia del norte. "Somos, dicen, los más desfavorecidos del país, pero esa es solo una manera elegante de decir que nos están dejando morir y que no somos necesarios. En su lógica, los que vivimos lejos de la Capital no merecemos crecer, ni siquiera existir", subrayó.
En el tramo final de su comunicado, Quintela aseguró que se trata de "un proyecto político que se basa en la exclusión, que entiende la pobreza como una culpa, que ve al Estado como un estorbo y al mercado como un dios". Remarcó que, según el INDEC, la pobreza en Argentina alcanzó un 52,9%, el nivel más alto en dos décadas, lo que implica que unos 24,8 millones de argentinos son pobres, mientras que 8,5 millones están en la indigencia.
"No se trata de criticar. Se trata de resistir. De entender que este modelo no es inevitable. Que el federalismo no puede ser solo un discurso vacío. Que La Rioja y cada provincia tienen derecho a ser parte de esta Argentina. Y que no podemos permitir que nos sigan desmantelando, ni como nación, ni como pueblo. Porque si lo permitimos, ¿Qué queda?", concluyó el riojano.