El primer ministro británico, Keir Starmer, prometió el jueves cumplir sus prioridades para reconstruir Reino Unido ofreciendo a los votantes objetivos para mejorar el nivel de vida y aumentar la construcción de viviendas, en un discurso con el que espera poner punto final a un accidentado inicio de gobierno.
Cinco meses después de que su Partido Laborista obtuviera una aplastante victoria electoral, Starmer estableció objetivos firmes, algo que espera que permita a los votantes medir el éxito de su gobierno en el cumplimiento de sus denominadas misiones antes de las próximas elecciones, previstas para 2029.
Sus funcionarios niegan que el "plan para el cambio" del jueves sea un reinicio de su nuevo gobierno, sino más bien una forma de hacer sus objetivos más concretos y comprensibles para unos votantes cada vez más desconfiados de la política tras años de caos bajo los conservadores y los pasos en falso de los laboristas en sus primeros meses en el poder.
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No obstante, es un movimiento arriesgado, con su popularidad y la de su partido cayendo en picado y la oposición conservadora y el Partido Reformista -formación populista de derechas- listos para saltar si su gobierno no logra los objetivos, sobre todo en materia de inmigración.
Starmer presentó sus planes en un estudio cinematográfico cerca de Londres: "(Este) es mi plan para el cambio. El propósito de este gobierno es mantener el rumbo. Arreglaremos los cimientos, repararemos los daños, reformaremos el gobierno".
Antes de ganar los comicios del 4 de julio, los laboristas hicieron campaña en torno a cinco misiones: impulsar el crecimiento económico, acelerar los pasos para alcanzar el objetivo cero neto, reducir los tiempos de espera en la sanidad pública, hacer frente a la delincuencia y mejorar la educación.
A continuación, expuso seis "primeros pasos para el cambio", dando prioridad a la estabilidad económica, la reducción de los tiempos de espera en la sanidad, el control de las fronteras, la creación de la "Great British Energy", la lucha contra el comportamiento antisocial y la contratación de profesores.
Su último "plan para el cambio" promete elevar el nivel de vida de los ciudadanos y reafirma su anterior promesa de lograr el "mayor crecimiento sostenido" del grupo de las siete mayores economías avanzadas del mundo.
(Reporte adicional de Andrew MacAskill y Catarina Demony en Londres; editado en español por Carlos Serrano)