El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, prometió el sábado luchar por su futuro político tras ser destituido en una segunda votación en el Parlamento, de mayoría opositora, por su efímero intento de imponer la ley marcial, una medida que conmocionó a la nación.
El Tribunal Constitucional decidirá si ratifica la destitución de Yoon en algún momento de los próximos seis meses. Si es destituido, se convocarán elecciones anticipadas.
El primer ministro Han Duck-soo, nombrado por Yoon, se convirtió en presidente en funciones mientras Yoon permanecerá en el cargo, pero con sus poderes presidenciales suspendidos a mitad de su mandato de cinco años.
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Han prometió hacer todo lo posible para garantizar la estabilidad tras la destitución de Yoon. "Daré todas mis fuerzas y esfuerzos para estabilizar el gobierno", dijo Han a la prensa.
Yoon es el segundo presidente conservador que es destituido de forma consecutiva en Corea del Sur. Park Geun-hye fue destituida en 2017. Yoon sobrevivió a una primera votación de juicio político el pasado fin de semana, cuando su partido boicoteó mayoritariamente la votación, privando al Parlamento de quórum.
"Aunque me detengo por ahora, el viaje que he recorrido con el pueblo en los últimos dos años y medio hacia el futuro nunca debe detenerse. Nunca me rendiré", dijo Yoon.
Considerado un duro superviviente político, pero cada vez más aislado, se ha visto acosado por escándalos y luchas personales, una oposición inflexible y desavenencias dentro de su propio partido.
Los manifestantes que apoyan la destitución de Yoon saltaron de alegría cerca del Parlamento al conocer la noticia, agitando vistosas varas de LED mientras sonaba la música. En cambio, una concentración de partidarios de Yoon se vació tras la noticia.
El líder del opositor Partido Democrático, Lee Jae-myung, dijo a los manifestantes cerca del Parlamento que debían luchar juntos para que Yoon fuera destituido lo antes posible. "Ustedes, el pueblo, lo han conseguido. Están escribiendo una nueva historia", dijo a la multitud jubilosa que desafiaba temperaturas bajo cero.
"LUCHAR HASTA EL FINAL"
La moción de juicio político salió adelante cuando al menos 12 miembros del Partido del Poder Popular de Yoon se unieron a los partidos de la oposición, que controlan 192 escaños de la Asamblea Nacional de 300 miembros, superando así el umbral de dos tercios necesario para la destitución.
El número de legisladores que apoyaron la destitución fue de 204, con 85 en contra, tres abstenciones y ocho votos nulos.
Yoon sorprendió a la nación a última hora del 3 de diciembre cuando otorgó a los militares amplios poderes de emergencia para erradicar lo que denominó "fuerzas antiestatales" y vencer a los opositores políticos obstruccionistas.
Apenas seis horas después revocó la declaración, luego de que el Parlamento desafió a las tropas y a la policía votando en contra del decreto. Pero el decreto sumió al país en una crisis constitucional y desencadenó un llamamiento generalizado para que dimitiera, alegando que había infringido la ley.
Yoon se disculpó posteriormente ante la nación, pero defendió su decisión y se resistió a las peticiones de dimisión.
Los partidos de la oposición iniciaron una nueva votación de destitución, apoyada por grandes manifestaciones.
Yoon también está siendo investigado penalmente por presunta insurrección en relación con la declaración de la ley marcial, y las autoridades le han prohibido viajar al extranjero.
En otro desafiante discurso pronunciado el jueves, Yoon prometió "luchar hasta el final", defendiendo su decreto de ley marcial como necesario para superar el estancamiento político y proteger al país de los políticos nacionales que, según él, estaban socavando la democracia.
Con información de Reuters