Un director chino que rodó una película sobre las manifestaciones de 2022 contra las restricciones impuestas en China por el COVID fue condenado esta semana a tres años y medio de prisión por un tribunal de Shanghái, informó su antiguo abogado.
En las protestas, la gente levantó hojas de papel en blanco como símbolo de desafío a los esfuerzos del gobierno por censurar las críticas a la política de COVID cero.
Las protestas en todo el país fueron las mayores desde las manifestaciones de 1989 en la plaza de Tiananmen y no tienen precedentes desde que el presidente Xi Jinping llegó al poder en 2012.
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Un juez condenó el lunes a Chen Pinlin, de 33 años, a penas de cárcel por "buscar disputas y provocar problemas" en un juicio a puerta cerrada, dijo a Reuters Daniel Fang, que llevó el caso de Chen antes de abandonar China el año pasado. Citó a personas familiarizadas con el caso.
Chen, que se había declarado culpable, tiene previsto apelar la sentencia, según Fang.
El Tribunal Popular del distrito de Baoshan, en Shanghái, no respondió a una solicitud de comentarios.
El gobierno chino suele acusar a los disidentes y a los activistas de derechos humanos de "provocar disputas y problemas". Conlleva una pena máxima de cinco años de prisión.
"El documentalista Chen Pinlin no hacía más que servir al interés público, documentando un episodio histórico de protesta contra la censura", dijo Aleksandra Bielakowska, responsable de sensibilización de Reporteros sin Fronteras (RSF).
"Pedimos a la comunidad internacional que aumente la presión sobre el régimen para conseguir la liberación de Chen Pinlin, junto con los otros 123 periodistas y defensores de la libertad de prensa actualmente detenidos en el país".
PELÍCULA
La película de Chen, de 77 minutos de duración y titulada "Urumqi Road", se subió a YouTube a finales de 2023 bajo su seudónimo "Plato".
Consta de secuencias filmadas por Chen en Shanghái, así como de videoclips publicados por internautas que fueron rápidamente borrados de las redes sociales chinas.
Fue detenido por la policía de Shanghái a finales de noviembre de 2023 y arrestado formalmente en enero del año pasado, según Amnistía Internacional.
Aunque las protestas fueron rápidamente reprimidas por la policía, contribuyeron a acelerar el final de tres años de algunas de las restricciones más estrictas del mundo contra la pandemia.
A lo largo de la pandemia, China había afirmado que sus estrictas medidas contra la propagación del COVID eran necesarias para salvar vidas y garantizar la salud de la población, antes de ponerles fin abruptamente a finales de 2022.
Las protestas se centraron sobre todo en las restricciones del COVID, pero algunos manifestantes en Pekín también exigieron libertad de expresión y democracia.
Quienes participaron en las protestas afirman que, tras la reapertura del COVID, el gobierno chino ha seguido reprimiendo los actos públicos de duelo por las víctimas de la pandemia y de conmemoración de las manifestaciones.
En su momento, la policía interrogó y detuvo brevemente a decenas de participantes, mientras que un puñado de mujeres permanecieron detenidas durante cuatro meses en Pekín, según grupos de defensa de los derechos, manifestantes y amigos de los afectados.
La película de Chen sigue siendo proyectada fuera de China por activistas de derechos y comunidades chinas.
Con información de Reuters
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