Un tribunal de Países Bajos condenó el miércoles a una mujer a 10 años de prisión por unirse al Estado Islámico en Siria y mantener como esclava a una mujer yazidí.
Los fiscales habían pedido una condena de ocho años para la neerlandesa Hasna Aarab, de 33 años, pero el Tribunal de Distrito de La Haya dijo que la gravedad de la esclavitud como crimen contra la humanidad requería un castigo más severo.
Los jueces dijeron que estaba claro que Aarab había participado activamente en la esclavitud de una mujer yazidí entre 2015 y 2016, mientras vivía en Raqqa con su hijo pequeño y su marido combatiente del Estado Islámico.
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La mujer yazidí, identificada únicamente como Z., había sido obligada a trabajar en su hogar, donde también sufría abusos sexuales.
Aarab conocía la grave situación de Z. y la empeoró ordenándole que realizara tareas domésticas y cuidara de su hijo, según los jueces.
"Lo hizo a sabiendas de que lo ocurrido en su casa formaba parte de un ataque generalizado y sistémico contra la comunidad yazidí", declaró el tribunal. "Este tipo de crímenes contra la humanidad están entre los peores crímenes internacionales posibles".
Estado Islámico controló franjas de Irak y Siria entre 2014 y 2017, antes de ser derrotado en sus últimos bastiones en Siria en 2019. Consideraba a los yazidíes, una antigua minoría religiosa, como adoradores del diablo y asesinó a más de 3.000 de ellos, además de esclavizar a 7.000 mujeres y niñas yazidíes.
Además, desplazó a la mayor parte de la comunidad de 550.000 miembros de su hogar ancestral en el norte de Irak.
Aarab también fue condenada por unirse a una organización terrorista, por facilitar actos de terrorismo y por poner en peligro la vida de su hijo pequeño. Había sido acusada de esclavitud por dos mujeres, pero el tribunal declaró que no había pruebas suficientes de las acusaciones de la otra mujer, identificada como S.
Aarab había declarado al tribunal anteriormente en el juicio que se trasladó de los Países Bajos a territorio controlado por el Estado Islámico en Siria en 2015 con su hijo para tratar de cambiar su vida a mejor.
Pero había negado haber participado activamente en la esclavización de las mujeres y había dicho a los jueces que las víctimas yazidíes mentían cuando afirmaban que ella les daba órdenes y las obligaba a rezar.
Aarab estuvo recluida en campos de detención kurdos tras la caída del EI y fue repatriada por el gobierno neerlandés en 2022.
Con información de Reuters