Los países ricos tienen cientos de millones de dosis de vacunas que podrían ayudar a combatir un brote de viruela símica en África, según un recuento de Reuters de declaraciones públicas, documentos y estimaciones de organizaciones no gubernamentales.
Países como Japón, Estados Unidos y Canadá llevan años almacenando vacunas por si la viruela, una enfermedad erradicada que es la prima más peligrosa de la viruela símica, reaparece. Algunas fueron utilizadas fuera de África en 2022, cuando la enfermedad se extendió por todo el mundo.
Una pequeña fracción de esas dosis podría ayudar a frenar lo que ahora es el mayor brote de viruela símica registrado en la República Democrática del Congo y los países vecinos, según los expertos en la enfermedad.
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Se ha prometido la donación de menos de 4 millones de dosis de los 18 a 22 millones que se calcula que se necesitan para vacunar a 10 millones de personas en los próximos seis meses, dependiendo de la vacuna, dijeron en un comunicado los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África.
"No es una cuestión técnica, sino política", dijo a Reuters Maria Van Kerkhove, jefa en funciones de prevención de pandemias y epidemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ella está presionando para conseguir más donaciones junto a los CDC africanos y otras autoridades sanitarias.
"Las vacunas son inútiles en las estanterías", dijo Van Kerkhove. "¿Por qué no íbamos a hacerlas llegar a la gente que las necesita ahora mismo?".
El brote actual comenzó a principios de 2023 en el Congo, donde se han producido la mayoría de las 37.500 infecciones y 1.451 muertes. Se ha extendido a 14 países africanos, según los CDC de África. Está previsto que a principios de octubre comience en el Congo una primera campaña de inoculación con 265.000 vacunas donadas.
"Si hubiéramos tenido más dosis antes, podríamos haber planificado una campaña a gran escala y reducir la transmisión", dijo Cris Kacita, jefe de la respuesta a la viruela símica en el Congo.
Las autoridades sanitarias están preocupadas por una nueva cepa, conocida como clado Ib, que se identificó por primera vez en el Congo y parece propagarse más fácilmente por contacto cercano. Los niños son especialmente vulnerables, así como las personas con enfermedades del sistema inmunitario como el VIH. El riesgo fuera de África parece bajo por el momento.
"Los niños son las principales víctimas de esta epidemia. La primera emergencia no está siendo realmente tratada", dijo Kacita.
Otros factores han frenado la respuesta, como la lentitud de los procedimientos reguladores en la OMS y en el Congo, los elevados precios de las vacunas y las crisis sanitarias concurrentes agravadas por el conflicto en el país.
Las vacunas por sí solas no son una solución mágica y los países afectados también necesitan tener acceso a las pruebas y a la concienciación para hacer frente a los brotes de forma eficaz, afirman los expertos en enfermedades.
No obstante, la marcada división en el acceso a las vacunas demuestra que los gobiernos siguen sin estar preparados para acabar con las amenazas víricas allí donde empiezan y antes de que se propaguen.
"El desinterés por la viruela símica y otras amenazas víricas allí donde surgen es un peligro importante para la población de todo el mundo", afirmó Peter Maybarduk, director de acceso a los medicamentos de la organización de consumidores estadounidense Public Citizen.
¿DÓNDE ESTÁN LAS DOSIS?
Tres vacunas recomendadas por la OMS están almacenadas en todo el mundo: Jynneos (Imvanex o Imvamune fuera de Estados Unidos), de Bavarian Nordic; LC16, de KM Biologics; y ACAM2000, de Emergent BioSolutions.
Se está estudiando la posibilidad de comprarlas y donarlas a África, según un portavoz de Gavi, la Alianza para las Vacunas, un grupo mundial que ayuda a los países de renta baja a comprar vacunas. El grupo dispone de hasta 500 millones de dólares para la respuesta la enfermedad, también conocida como mpox.
Muchos países ricos se negaron a decir cuántas vacunas tienen, alegando razones de seguridad nacional.
Japón tiene unos 200 millones de dosis de LC16, según un documento de la OMS de 2022. A diferencia de las vacunas rivales, la LC16 puede utilizarse en niños, aunque no está disponible fuera de Japón y requiere agujas especiales para su administración.
Kacita dijo que el Congo está en conversaciones para obtener de Japón hasta 3,5 millones de dosis de LC16.
KM Biologics declinó hacer comentarios. Un funcionario sanitario japonés dijo que el Congo pidió 3,05 millones de dosis, pero no quiso confirmar el calendario de entrega. Según indicó, la cifra de 200 millones de la OMS no es correcta, pero no quiso confirmar el tamaño de las reservas nacionales.
Canadá puede tener hasta 2 millones de dosis de Bavarian Nordic en sus reservas, dijo Adam Houston, asesor de política médica y promoción de Médicos Sin Fronteras Canadá, basándose en los anuncios de años anteriores de la empresa. Esta vacuna se usó para frenar el brote de viruela símica de 2022 fuera de África. Esta semana, el gobierno canadiense anunció que donará hasta 200.000 dosis.
Las autoridades estadounidenses se negaron a revelar cuántas vacunas hay en sus reservas, pero dos altos funcionarios del gobierno de Joe Biden afirmaron que son suficientes para proteger a su población.
Eso incluye alrededor de 100 millones de dosis de la vacuna de Emergent, según Maybarduk, así como un número no especificado de inyecciones de Jynneos, que según los expertos tienen menos efectos secundarios. Estados Unidos ha donado 60.000 dosis de Jynneos para el brote actual.
España se encuentra entre los mayores donantes confirmados y en agosto prometió el 20% de sus reservas de vacunas contra la viruela símica, es decir, 500.000 dosis. El país ha instado a todos los Estados miembros de la Unión Europea a hacer lo mismo.
La Comisión Europea tiene un contrato de adquisición conjunta con Bavarian Nordic para comprar vacunas destinadas a donaciones y ha enviado 215.000 dosis al Congo.
"Algunas de las vacunas podrían costar alrededor de 150 dólares para que una persona esté completamente vacunada, un precio que es inasequible para la mayoría de países africanos", dijo un portavoz del equipo de los CDC de África en la RDC. "Así que la donación de vacunas por parte de los países es aún más importante".
(Reporte adicional de Sonia Rolley y Anna Mehler Paperny en Toronto, Rocky Swift en Tokio, Christian Kraemer en Berlín, Inti Landauro en Madrid, Maggie Fick en Londres, Gleb Bryanski y Niklas Pollard en Estocolmo, Louise Rasmussen en Copenhague, Lefteris Papadimas en Atenas y Jihoon Lee en Seúl; editado en español por Carlos Serrano)