Las diferencias entre Israel y Hamás en torno a un posible alto el fuego en Gaza se han reducido, según declararon el lunes responsables israelíes y palestinos, aunque aún no se han resuelto diferencias cruciales.
El nuevo intento de los mediadores Egipto, Qatar y Estados Unidos de poner fin a los combates y liberar a los rehenes israelíes y extranjeros ha cobrado impulso este mes, aunque todavía no se ha producido ningún avance.
Un representante palestino familiarizado con las conversaciones dijo que, si bien se habían resuelto algunos puntos conflictivos, aún no se había acordado la identidad de algunos de los prisioneros palestinos que Israel debía liberar a cambio de los rehenes, ni el despliegue exacto de tropas israelíes en Gaza.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Sus declaraciones coincidieron con las del ministro israelí de la Diáspora, Amichai Chikli, quien afirmó que ambas cuestiones seguían negociándose. No obstante, afirmó que las partes estaban mucho más cerca de llegar a un acuerdo de lo que habían estado durante meses.
"Este alto el fuego puede durar seis meses o diez años, depende de la dinámica que se forme sobre el terreno", dijo Chikli a la radio Kan de Israel. Depende en gran medida de qué potencias dirigirán y rehabilitarán Gaza una vez que cesen los combates, añadió.
La duración del alto el fuego ha sido un punto de fricción fundamental en las negociaciones fallidas anteriores. Hamás quiere el fin de la guerra, mientras que Israel quiere primero el fin del dominio de Hamás sobre Gaza.
"La cuestión del fin total de la guerra aún no se ha resuelto", dijo la fuente palestina.
El ministro israelí Zeev Elkin, miembro del gabinete de seguridad del primer ministro Benjamin Netanyahu, dijo a la Radio del Ejército de Israel que el objetivo era encontrar un marco acordado que resolviera esa diferencia durante una segunda fase del acuerdo de alto el fuego.
Chikli dijo que la primera etapa sería una fase humanitaria que duraría 42 días e incluiría la liberación de rehenes.
HOSPITAL
La guerra fue desencadenada por el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra el sur de Israel, en el que murieron 1.200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes en Gaza, según los recuentos israelíes.
La campaña de Israel contra Hamás en Gaza ha matado desde entonces a más de 45.200 palestinos, según los responsables sanitarios del enclave gobernado por Hamás. La mayor parte de la población de 2,3 millones de habitantes ha sido desplazada y gran parte de Gaza está en ruinas.
Al menos 11 palestinos murieron el lunes en ataques israelíes, según los médicos.
Uno de los pocos hospitales de Gaza que aún funcionan parcialmente, en su extremo norte, una zona sometida a una intensa presión militar israelí desde hace casi tres meses, solicitó ayuda urgente tras ser alcanzado por fuego israelí.
"Nos enfrentamos a una amenaza diaria continua", dijo Hussam Abu Safiya, director del hospital Kamal Adwan. "Los bombardeos continúan desde todas las direcciones, afectando al edificio, a los departamentos y al personal".
El ejército israelí no hizo comentarios de inmediato. El domingo dijo que estaba suministrando combustible y alimentos al hospital y ayudando a evacuar a algunos pacientes y al personal a zonas más seguras.
Los palestinos acusan a Israel de querer despoblar permanentemente el norte de Gaza para crear una zona de seguridad, lo que Israel niega.
Israel afirma que su operación en torno a las tres comunidades del extremo norte de la Franja de Gaza --Beit Lahiya, Beit Hanun y Yabalia-- está dirigida contra milicianos de Hamás.
El lunes, el jefe de ayuda de Naciones Unidas, Tom Fletcher, dijo que las fuerzas israelíes habían obstaculizado los esfuerzos para entregar ayuda humanitaria en el norte de Gaza.
"El norte de Gaza lleva más de dos meses bajo un asedio casi total, lo que hace temer una hambruna", afirmó. "El sur de Gaza está extremadamente superpoblado, lo que crea unas condiciones de vida horribles y unas necesidades humanitarias aún mayores a medida que se acerca el invierno".
(Edición de Clarence Fernandez; editado en español por Tomás Cobos)