EEUU y mediadores árabes avanzan en las conversaciones de paz de Gaza, pero sin acuerdo aún

09 de enero, 2025 | 07.33

Los mediadores estadounidenses y árabes han logrado algunos avances en sus esfuerzos por alcanzar un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza, pero no los suficientes, según afirmaron el jueves fuentes palestinas cercanas a las conversaciones.

Mientras proseguían las conversaciones en Qatar, el ejército israelí llevó a cabo ataques en todo el enclave que causaron la muerte de al menos 17 personas, según médicos palestinos.

Qatar, Estados Unidos y Egipto están haciendo un gran esfuerzo para llegar a un acuerdo que ponga fin a los combates en el conflicto de 15 meses y libere a los rehenes restantes en poder del grupo islamista Hamás antes de que el presidente estadounidense, Joe Biden, deje el cargo.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

El presidente electo de ese país, Donald Trump, advirtió de que habrá "un infierno" si los rehenes no son liberados antes de su toma de posesión, el 20 de enero.

El jueves, una fuente palestina cercana al esfuerzo de mediación dijo que la ausencia de un acuerdo hasta el momento no significaba que las conversaciones no fueran a ninguna parte y dijo que este era el intento más firme hasta el momento para llegar a un acuerdo.

"Hay amplias negociaciones; los mediadores y los negociadores están hablando de cada palabra y de cada detalle. Hay un avance a la hora de reducir las antiguas diferencias existentes, pero todavía no hay acuerdo", dijo a Reuters, sin dar más detalles.

El martes, el director general del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Eden Bar-Tal, dijo que Israel estaba plenamente comprometida a alcanzar un acuerdo para devolver a sus rehenes de Gaza, pero que se enfrenta a la obstrucción de Hamás.

Las dos partes llevan un año en punto muerto en relación con dos asuntos clave: Hamás ha dicho que solo liberará a los rehenes que le quedan si Israel acepta poner fin a la guerra y retirar todas sus tropas de Gaza, mientras que Israel afirma que no pondrá fin a la guerra hasta que se desmantele Hamás y se libere a todos los rehenes.

GRAVE CRISIS HUMANITARIA

El jueves, la cifra de muertos por los ataques militares de Israel incluía a ocho palestinos muertos en una casa de Jabalia, el mayor de los ocho campos de refugiados históricos de Gaza, donde las fuerzas israelíes llevan operando más de tres meses. Otros nueve, entre ellos un padre y sus tres hijos, murieron en dos ataques aéreos distintos contra dos casas en el centro de la Franja de Gaza, según informaron las autoridades sanitarias.

No hubo comentarios militares israelíes sobre los dos incidentes.

Más de 46.000 personas han muerto en la guerra de Gaza, según las autoridades sanitarias palestinas. Gran parte del enclave ha quedado arrasado y la mayoría de los 2,1 millones de habitantes del territorio se han visto desplazados en múltiples ocasiones y se enfrentan a una grave escasez de alimentos y medicinas, según las agencias humanitarias.

Israel niega haber obstaculizado la llegada de ayuda humanitaria a Gaza y afirma haber facilitado la distribución de cientos de camiones cargados de alimentos, agua, suministros médicos y material de refugio a almacenes y refugios durante la última semana.

Israel lanzó su asalto a Gaza después de que combatientes de Hamás asaltaran el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, mataran a 1.200 personas y capturaran a más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.

El miércoles, el ejército israelí dijo que las tropas habían recuperado el cadáver del rehén beduino israelí Yusef al-Ziyadna, junto con pruebas que aún estaban siendo examinadas y que sugerían que su hijo Hamza, capturado el mismo día, también podría estar muerto.

"Seguiremos haciendo todo lo posible para devolver a todos nuestros rehenes, los vivos y los fallecidos", dijo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en un comunicado.

(Información y redacción de Nidal al-Mughrabi; edición de Sharon Singleton; edición en español de Jorge Ollero Castela)