El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando la posibilidad de nombrar a Richard Grenell, su antiguo jefe de inteligencia, como enviado especial para Irán, según dos personas familiarizadas con los planes de transición.
"Está definitivamente en la carrera", dijo una persona familiarizada con las deliberaciones de transición, que pidió no ser identificada.
Trump aún no ha hecho oficial ninguna decisión definitiva ni sobre el personal, ni sobre la estrategia respecto a Irán, incluyendo si impondrá nuevas sanciones al país, si buscará la diplomacia o ambas cosas para detener su programa nuclear.
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Ni el equipo de Trump, ni Grenell, respondieron a las peticiones de comentarios. Hasta ahora no se había informado de los planes de Trump al respecto.
Pero su consideración de un aliado clave para ese puesto envía una señal a la región de que el nuevo presidente de EEUU puede estar abierto a conversaciones con un país al que ha amenazado anteriormente y cuyos Cuerpos de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica han intentado asesinarle, según el Gobierno estadounidense. Irán ha negado esta afirmación.
Se espera que Grenell se encargue de hablar con países de dentro y fuera de la región sobre la cuestión iraní, así como de tomar la temperatura de Teherán sobre posibles negociaciones, dijo una de las personas.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, considerado relativamente moderado, dijo tras la elección de Trump que Teherán debe "tratar con Estados Unidos" y "gestionar" las relaciones con su archienemigo.
Irán ha sufrido una serie de reveses estratégicos, como el asalto de Israel a las milicias aliadas de Teherán, Hamás en Gaza y Hezbolá en Líbano y el derrocamiento del aliado iraní Bashar al-Asad en Siria.
Pero las tensiones siguen siendo elevadas más de un año después de que Hamás atacara el sur de Israel, desencadenando la guerra de Gaza. Mientras tanto, otros aliados iraníes han atacado objetivos estadounidenses, israelíes y de otros países occidentales y Teherán ha acelerado su programa nuclear al tiempo que limitaba la capacidad del organismo de control nuclear de la ONU para supervisarlo.
No es el primer trabajo que Trump ha considerado para Grenell, quien se desempeñó como embajador de Trump en Alemania, enviado presidencial especial para las negociaciones de paz de Serbia y Kosovo y como director interino de inteligencia nacional durante el mandato de Trump de 2017 a 2021.
Tras hacer campaña por Trump en el periodo previo a las elecciones del 5 de noviembre, fue uno de los principales aspirantes a secretario de Estado y a enviado especial para la guerra de Ucrania. Esos puestos fueron a parar al senador estadounidense Marco Rubio y al teniente general retirado Keith Kellogg, respectivamente. Trump tomará posesión de su cargo el mes que viene.
Durante su primer mandato, en 2020, Trump ordenó un ataque aéreo estadounidense que mató al principal comandante militar de Irán, Qasem Soleimani.
Trump en 2018 también renegó de un acuerdo nuclear alcanzado por su predecesor Barack Obama en 2015 y volvió a imponer sanciones económicas estadounidenses a Irán que habían sido relajadas. El acuerdo había limitado la capacidad de Irán para enriquecer uranio, un proceso que puede producir material fisible para armas nucleares.
En la actualidad, Irán está acelerando "drásticamente" el enriquecimiento de uranio hasta alcanzar el 60% de pureza, cerca del 90% que se considera apto para la fabricación de armas, dijo a Reuters la semana pasada el jefe del organismo de control nuclear de la ONU. Irán afirma que su programa nuclear sólo tiene fines pacíficos.
Con información de Reuters