A menos de dos meses de la Cumbre sobre el Clima de las Naciones Unidas (COP29), los líderes de Azerbaiyán expusieron el martes sus planes sobre lo que esperan conseguir, mientras los países siguen debatiendo cómo aumentar las ambiciones para un nuevo objetivo de financiación.
La principal tarea de la cumbre de noviembre es que los países acuerden un nuevo objetivo anual de financiación que los países ricos pagarán para ayudar a los Estados más pobres a hacer frente al cambio climático. Muchos países en desarrollo afirman que no pueden mejorar sus objetivos para reducir más rápidamente las emisiones sin recibir antes más ayuda financiera para invertir en ello.
Dado que los países siguen lejos de llegar a un acuerdo sobre el objetivo de financiación, la presidencia de la COP29 esbozó esta semana más de una docena de iniciativas paralelas que podrían aumentar las ambiciones, pero que no requieren la negociación entre las partes y la creación de consensos que pueden obstaculizar los avances. Se trata de nuevos fondos, compromisos y declaraciones que los países pueden adoptar.
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En particular, se incluye un fondo con contribuciones voluntarias de los países productores de combustibles fósiles y las empresas para los sectores público y privado que trabajan en cuestiones climáticas, así como subvenciones que pueden repartirse para ayudar en caso de catástrofes naturales provocadas por el clima en los países en desarrollo.
Estas agendas paralelas utilizan "el poder de convocatoria de la COP y las respectivas capacidades nacionales de los anfitriones para formar coaliciones e impulsar el progreso", afirmó Mukhtar Babayev, que ostenta la presidencia rotatoria de la COP, en una carta dirigida a todas las partes e interesados.
Más de 120 países se comprometieron en la cumbre COP28 del año pasado en Dubái, por ejemplo, a triplicar la capacidad de energía renovable para 2030.
La presidencia de la COP29 también espera conseguir apoyo en torno al compromiso de aumentar la capacidad mundial de almacenamiento de energía seis veces por encima de los niveles de 2022, hasta alcanzar los 1.500 gigavatios en 2030. Esto incluiría el compromiso de aumentar las inversiones en redes energéticas, añadiendo o renovando más de 80 millones de kilómetros para 2040.
Babayev, que es ministro de Ecología y Recursos Naturales de Azerbaiyán, afirmó que la agenda "ayudaría a aumentar la ambición reuniendo a las partes interesadas en torno a principios y objetivos comunes".
"Esperamos abordar algunos de los asuntos más acuciantes, al tiempo que destacamos las prioridades pendientes", afirmó.
En otra declaración, los países y las empresas crearían un mercado mundial del hidrógeno limpio, abordando los obstáculos reglamentarios, tecnológicos, financieros y de normalización.
Los líderes de la COP29 también han hecho un llamamiento a una "tregua de la COP" que ponga de relieve la importancia de la paz y la acción por el clima.
A pesar de los compromisos climáticos de los países, las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles alcanzaron un nivel récord el año pasado y el mundo acaba de registrar su verano más caluroso jamás registrado a medida que suben las temperaturas.
Con información de Reuters