El esquema de quita de subsidios energéticos implementado por el Gobierno de Javier Milei generó serios problemas económicos para los usuarios del suministro en Formosa, especialmente de cara al verano. Según lo establecido en la Resolución 92/2024, los usuarios de ingresos bajos (N2) ahora enfrentan un límite de consumo subsidiado de 350 kWh, mientras que para los de ingresos medios (N3) el umbral fue reducido a 250 kWh. Esto significa que cualquier consumo superior será facturado a tarifa plena, lo que incrementa significativamente los costos.
Desde la entrada en vigencia del nuevo esquema en junio, las facturas ya acumulan un aumento del 350% en 2024. El Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-CONICET advirtió en un reciente informe que el usuario promedio ahora asume el 93% del costo final de la energía, mientras que el Estado solo cubre el 7%.
Formosa, con sus altas temperaturas estivales, será una de las provincias más perjudicadas por estas medidas. Según Benjamín Villalba, gerente de REFSA, unas 50 mil familias de bajos recursos, que previamente calificaban para la tarifa social nacional, ahora serán tratadas como usuarios de altos ingresos. La Secretaría de Energía considera a muchos como si fueran usuarios N1, lo que genera aumentos irracionales pese a que el consumo no varió, explicó Villalba.
Tarifas plenas para la mayoría de los usuarios
En Formosa, la mayoría de los 188 mil usuarios de electricidad, incluyendo a aquellos con ingresos modestos, enfrentarán tarifas plenas en más del 80% de sus facturas. Esto representa un desafío monumental, ya que las condiciones climáticas de la región obligan a un mayor uso de ventiladores y aires acondicionados para sobrellevar el calor.
El problema radica en que los nuevos límites de consumo subsidiado no alcanzan para cubrir las necesidades energéticas básicas del verano. Según estimaciones de gestiones provinciales, un consumo promedio en épocas de calor asciende a 700 kWh mensuales, más del doble del límite establecido para quienes califican como N2. Por esta razón, muchos usuarios quedarán inevitablemente fuera del subsidio, teniendo que pagar el costo completo de la energía.
Por su parte, las diferencias entre las categorías de ingresos agravan la situación. Mientras que los usuarios N1 son hogares con ingresos superiores a $3 millones, múltiples vehículos, propiedades y bienes de lujo, aquellos en la categoría N2 suelen percibir menos de $900 mil anuales. Sin embargo, la falta de precisión en la asignación de subsidios ha provocado que muchas familias sean consideradas de altos ingresos injustamente.
El verano 2025 será el primero bajo el nuevo esquema de subsidios energéticos y las políticas económicas y energéticas del Gobierno nacional, y promete traer consecuencias severas para la calidad de vida de las familias formoseñas. Sin herramientas para controlar con exactitud el consumo ni alternativas accesibles para mitigar las altas temperaturas, las mayorías enfrentarán un panorama de costos exorbitantes y dificultades económicas profundas.