Sigue la motosierra: la venta de productos lácteos cayó un 20% desde la asunción de Milei

Un informe reciente de UNICEF advirtió que 2024 podría cerrar como el año con menor consumo de lácteos en la historia argentina.

05 de enero, 2025 | 15.00

Carlos Alejandro Werlen, presidente de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa, expresó su preocupación ante la notable disminución en la comercialización de productos lácteos, consecuencia de la recesión económica registrada durante 2024. Según afirmó, la distribuidora que lidera registra una caída interanual de entre el 20% y el 22% en la venta de mercaderías derivadas de la leche.

“Estamos por debajo de nuestros kilos promedio anuales y no los hemos recuperado. Llevamos un control estricto de lo que vendemos, y los números reflejan esta fuerte caída”, aseguró Werlen. Esta situación se enmarca en un contexto nacional complejo, donde la falta de poder adquisitivo de la población afecta el consumo de productos esenciales, como los lácteos.

Un informe reciente de UNICEF advirtió que 2024 podría cerrar como el año con menor consumo de lácteos en la historia argentina. Entre junio y julio pasados, las ventas de estos productos registraron una caída interanual del 14,4%, destacándose las bajas en postres y flanes (-53,4%), leches chocolatadas (-45,4%) y leche en polvo entera y semidescremada (-38%).

Este panorama coloca el consumo per cápita de leche en niveles alarmantes. Según datos oficiales, en 1990, el país registró el consumo más bajo de su historia, con 162 litros anuales por persona. Sin embargo, en 2024, este indicador descendió aún más, alcanzando los 156 litros, lo que refleja el impacto de la crisis en la dieta básica de los argentinos. Organizaciones de defensa del consumidor atribuyen esta situación, en parte, al precio internacional de los lácteos que se paga en el mercado local.

Werlen señaló que la caída más pronunciada comenzó en julio y que, desde entonces, el sector no ha logrado recuperar los niveles de venta habituales. Si bien se observan picos temporales de incremento en la demanda, estos están muy por debajo del consumo promedio de lácteos en Argentina.

Para afrontar esta situación, la distribuidora que lidera Werlen implementó bonificaciones del 3% al 4% en productos como queso cremoso, queso en barra y mozzarella, con el objetivo de reducir stocks acumulados. Sin embargo, estas medidas son insuficientes para revertir una problemática que afecta tanto a productores como a distribuidores y consumidores.

La baja en el consumo de lácteos refleja una realidad económica que golpea con fuerza a las familias y a los sectores productivos, dejando en evidencia la necesidad de políticas que reactiven la economía y garanticen el acceso a productos básicos en el país.