El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo el viernes que estaba profundamente preocupado por la escalada de la crisis en el este de Congo e instó a todos aquellos con influencia para que ayuden a detener la violencia y advirtió del riesgo de que se extienda fuera de las fronteras del país.
"Si no se hace nada, lo peor puede estar aún por llegar, para la población del este de RDC (República Democrática del Congo), pero también fuera de las fronteras del país", dijo Volker Türk en una reunión de emergencia del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
"Todos los que tienen influencia deben actuar urgentemente para poner fin a esta trágica situación".
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Congo convocó la reunión y pide que se investiguen urgentemente las violaciones masivas de derechos humanos que, según afirma, han cometido los rebeldes del M23, apoyados por Ruanda, en el este del Congo, que han tomado la ciudad de Goma y se están apoderando de más territorio.
"Es urgente ejercer presión internacional para que Ruanda cese su apoyo a los grupos armados y se retire del territorio congoleño lo antes posible", dijo el ministro de Comunicación de Congo, Patrick Muyaya, en la abarrotada sala de reuniones.
Ruanda rechazó la responsabilidad y advirtió que ella misma corría el riesgo de ser atacada por su vecino. "Nos oponemos categóricamente a los intentos de RDC de presentar a Ruanda como responsable de su inestabilidad en el este de RDC", dijo James Ngango, embajador de Ruanda ante las Naciones Unidas en Ginebra.
"Lo que está claro, sin embargo, es la amenaza inminente que la situación actual supone para Ruanda. Tras la caída de Goma, han salido a la luz nuevas pruebas sobre un inminente ataque a gran escala contra Ruanda", alegó, y añadió que había un arsenal de armas en los alrededores del aeropuerto.
Con información de Reuters
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