Tras las recientes intensas lluvias que ocurrieron en la provincia de Formosa, desde el Instituto Provincial de Acción Integral para el Pequeño Productor Agropecuario (PAIPPA) se encuentran trabajando con los productores afectados por el temporal para amortiguar la situación.
“Por las lluvias que tenemos en las altas cuencas, el oeste provincial está atravesando una situación complicada. Debido a ello, el Gobierno de Formosa, a través de sus diferentes instituciones, está llevando a cabo un importante despliegue que permite contener a las familias”, explicó el coordinador ejecutivo del Instituto PAIPPA, Rubén Casco, en comunicación con el portal Agenfor.
En este sentido, especificó que la asistencia brindada a los productores no solo consiste en el acompañamiento, sino también en “la ayuda de alimentos para su ganado mayor y menor, en brindarle la asistencia sanitaria precisa y todo lo que sea necesario para salvaguardar la integridad de cada familia”.
Cabe destacar que esta situación climatológica también se pudo contener debido a las obras del río Pilcomayo, destinadas a mitigar la crecida y evitar los desbordes del mismo. Esto lo informó el ingeniero Horacio Zambón, coordinador ejecutivo de la Unidad Provincial de Coordinadora de Agua (UPCA), en el que puso en valor los trabajos materializados por la gestión de Gildo Insfrán.
Cambio climático
Zambón informó, en comunicación con Agenfor, que hubo una modificación climatológica por un cambio de frente de tormenta de Bolivia, y que esto alertó a los especialistas en tanto que no podían reconocer cuándo es que iba a finalizar el periodo de tormentas de verano.
“Es la primera vez que los frentes de tormenta en Bolivia se hicieron presentes prácticamente en la primera semana de noviembre, generando este cambio hasta un tipo de incertidumbre entre los meteorólogos y especialistas en climatología”, exclamó Zambón. “Se pensó que en febrero podía culminar, la presencia de frentes de tormenta durante marzo en territorio boliviano, demostró lo contrario, ya que se produjeron precipitaciones que pusieron en vilo alturas hidrométricas interesantes”, reflexionó el ingeniero.
El río Pilcomayo como el río Bermejo son los dos caudales de agua dulce con estas características, siendo el primero mucho más importante para manejar todas sus vicisitudes desde el punto de vista sedimentológico.
Fue así como el coordinador ejecutivo de la Unidad Provincial de Coordinadora de Agua hizo notar que “la provincia entendió esto desde el primer momento”, por lo que trabaja para “mitigar los efectos del proceso de sedimentación que está ocurriendo”, siendo esto “una de las claves fundamentales para la planificación en el territorio provincial”.
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