El gobierno de Javier Milei prepara una nueva etapa de la reforma laboral que enviará al Congreso luego del recambio legislativo del 10 de diciembre, con el objetivo —según sus funcionarios— de “modernizar las relaciones laborales” y “eliminar rigideces que impiden la creación de empleo formal”.
Aunque todavía no se conoce el texto final del proyecto, trascendieron algunos de los principales ejes: convenios por empresa; banco de horas; contratos en moneda extranjera; y “salarios dinámicos” o pagos por productividad, figura central para el oficialismo.
Qué son los salarios dinámicos
El concepto de “salario dinámico” parte de la idea de que una parte de la remuneración se determine por el desempeño individual del trabajador, su eficiencia o los resultados de la empresa. De este modo, quienes produzcan más o mejor, percibirían una retribución mayor.
Según explicó el Gobierno, el objetivo es reconocer el mérito y estimular la productividad, en un esquema que “mejore el salario sin comprometer la sostenibilidad de las empresas”. Desde la Casa Rosada sostienen que “un sistema puramente solidario, donde todos cobran lo mismo sin importar el esfuerzo o los resultados, desincentiva la productividad y promueve la mediocridad”.
En los hechos, la iniciativa busca incorporar de forma legal y generalizada un esquema que ya aplican algunas compañías para su personal fuera de convenio: una parte fija y otra variable del salario, ajustada según el rendimiento o los objetivos alcanzados.
Para el Ministerio de Capital Humano, los salarios dinámicos representan “un paso necesario para actualizar el marco laboral argentino” y alinear las remuneraciones con el desempeño real de cada trabajador. En esa línea, el Ejecutivo asegura que la medida no busca eliminar derechos, sino flexibilizar la contratación y facilitar la formalización.
Sin embargo, distintos abogados laboralistas y dirigentes sindicales advierten que este modelo podría derivar en una mayor precarización, ya que el componente variable del sueldo podría volverse dominante y reducir la estabilidad de los ingresos. También señalan que atar el salario a la productividad “abre la puerta a la discrecionalidad empresarial” y debilita la negociación colectiva.
Más cambios dentro de la reforma laboral
El paquete de medidas que el oficialismo planea impulsar después del 10 de diciembre incluye además:
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Paritarias por empresa en lugar de convenios por actividad, para adaptar las condiciones a la realidad de cada empleador y región.
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Renegociación de los convenios colectivos de trabajo, con el fin de “simplificar estructuras obsoletas”.
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Banco de horas, que reemplaza las horas extras tradicionales y permite compensar jornadas laborales variables.
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Contratos digitales y en moneda extranjera, habilitando la posibilidad de pactar sueldos en dólares u otra divisa.
