Aumentan los combustibles en enero de 2025: el precio de la nafta y el gasoil

El Gobierno dispuso una suba del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, aunque también difirió el aumento parcialmente.

30 de diciembre, 2024 | 08.32

El Gobierno dispuso este lunes, por decreto, un aumento del impuesto a los combustibles, que implicará una nueva suba de la nafta y el gasoil en enero de 2025.

En concreto, los impuestos al combustible líquido y al dióxido de carbono tendrán una suba del 1,75% a partir del 1º de enero del año entrante, según determinó el Decreto 1134/2024 publicado hoy en el Boletín Oficial, con la firma de Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo.

De este modo, al mismo tiempo que oficializó el aumento, el Gobierno también pospuso parcialmente la suba inicialmente fijada para estos impuestos, con el fin de evitar que los aumentos tarifarios presionen a la inflación al alza tras la desaceleración de los precios de los últimos meses.

"Con el propósito de continuar con la finalidad perseguida a través de los decretos anteriormente señalados, resulta necesario, para los productos en cuestión, diferir parcialmente el incremento correspondiente al primer trimestre calendario de 2024 y, en su totalidad, el del segundo y tercer trimestres calendario del año 2024", señaló el decreto al respecto en sus considerandos.

Aun así, resta saber si, a esta suba de los impuestos, las petroleras, tanto YPF como las privadas, agregarán una suba propia de los precios al surtidor, caso en el que los combustibles podrían terminar aumentando por sobre la inflación, actualmente del 2,4% según la cifra conocida en noviembre.

Aumentan la luz y el gas en enero de 2025

En paralelo, el gobierno de Javier Milei anunció, la semana pasada, que aumentará 1,6% la tarifa de luz en enero y 1,8% para las boletas de gas natural. 

En línea con la desaceleración de la inflación, las cifras se definieron con la meta de llevar el índice de precios al consumidor a niveles por debajo del 2% mensual. En marzo, el administración libertaria planea avanzar en una revisión tarifaria que implicará incrementos en los servicios públicos de la energía y recortes de subsidio. Sin embargo, estiman que las subas no serán mayores a los dos dígitos para los hogares.

Las tarifas finales que pagan los usuarios se componen de cuatro elementos: el costo de la energía, el transporte, la distribución y, sobre eso, los impuestos. En el primero se canalizan los subsidios del Estado, mientras que sobre en transporte y distribución no hay subvenciones. Cada hogar percibe o no descuentos según su categoría dentro de la segmentación de subsidios: ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3).