Se recrudece la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, con implicancias inciertas para todo el mundo. En un ir y venir de amenazas, donde China llegó a decir que "está lista para cualquier tipo de guerra”, todo es incertidumbre.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump está imponiendo aranceles porque considera que la balanza comercial actual es “desequilibrada, injusta e insostenible”. Pero lo hace con la excusa del ingreso del fentanillo a suelo norteamericano. Humo para la tribuna. En esta línea, Trump reforzó su promesa de campaña de restablecer los aranceles como pilar central de la política económica estadounidense. Su administración implementó amplios impuestos a las importaciones, dirigidos a importantes socios comerciales como China, Canadá y México.
A medianoche del martes, entraron en vigencia gravámenes del 25% a las importaciones desde México y Canadá, y saltaron de un 10% a un 20% los aranceles sobre bienes procedentes de China. Esta medida acompañó amenazas de nuevos gravámenes a industrias como los semiconductores y los productos farmacéuticos.
"Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final. Instamos a EE.UU. a abandonar sus tácticas de intimidación y volver al camino correcto del diálogo y la cooperación lo antes posible”, indicaron desde China a través de un comunicado.
Los aranceles a la industria automotriz
El gobierno de Estados Unidos anunció que retrasará hasta el 2 de abril la imposición de aranceles del 25% sobre los automóviles que entren en el país desde México y Canadá. Trump dialogó con directivos de los tres mayores fabricantes del sector automotriz oriundos de Estados Unidos que ensamblan vehículos en los dos países vecinos: General Motors (GM), Ford y Stellantis.
MÁS INFO
Las acciones argentinas en medio de la “guerra”
Tras la fuerte volatilidad de las últimas ruedas por el efecto de la guerra de aranceles, las acciones del S&P Merval rebotaron hasta un 14% y los bonos en dólares aceleraron las subas que habían registrado en EEUU entre lunes y martes. Desde el mercado interpretaron esta mejora por el supuesto “inminente” envío al Congreso del proyecto por el cual el Poder Ejecutivo le pide al Legislativo autorización para cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De esta manera, el riesgo país medido por el J.P. Morgan se comprimió cerca de 8%, y terminó en los 717 puntos básicos, el nivel más bajo en dos semanas. En este contexto, los títulos en dólares cotizaron con alzas de hasta 4% en la bolsa porteña, encabezadas por el Global 2041, seguido del Bonar 2038 (+3,5%), el Global 2035 (+3,3%), y el Bonar 2041 (+3,3%).