La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, hizo un balance del 2024 y sorprendió con un reconocimiento a la política económica de Javier Milei. "El caso más impresionante en la historia reciente es Argentina, donde los efectos han sido profundos, con la implantación de un sólido programa de estabilización y crecimiento", dijo en declaraciones a la prensa en Washington, Estados Unidos. El inesperado elogio se dio en medio de la búsqueda del Gobierno ultraderechista por un nuevo acuerdo.
La economista búlgara también destacó que en "muchos países" se pudo evidenciar “un cambio de marcha en el frente de políticas públicas”. Por su parte, el organismo emitió un análisis realizado por su Directorio Ejecutivo en el que evaluó el préstamo excepcional otorgado a la Argentina en el marco del acuerdo extendido de 2022 -Servicio Ampliado del Fondo (SAF)-, que terminó a fines de 2024; y que había sido negociado por el Gobierno de Alberto Fernández.
En el comunicado, el FMI reconoció que no se alcanzaron los objetivos del programa, pero afirmó que “logró aliviar la carga de obligaciones financieras de Argentina con el Fondo”, en “circunstancias extremadamente difíciles”, dado que fue durante y después de la pandemia. En esa línea, el organismo señaló que “en general, el SAF 2022 (es decir, el programa que determinó el préstamo) no logró sus objetivos macroeconómicos originales”, sin embargo, “logró aliviar la carga de las obligaciones financieras de Argentina con el Fondo al reprogramar los reembolsos durante el período 2026-34, y puede haber ayudado a Argentina a evitar resultados aún peores en 2022-23”.
Por otro lado, los directores “aplaudieron la corrección de rumbo y el cambio significativo en la titularidad y hacia la estabilización macroeconómica logrados desde diciembre de 2023”.
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La postura del Gobierno
Al margen de los señalamientos del FMI, en el informe también aparece la opinión del Gobierno, que sostuvo que el programa implementado durante la gestión Fernández “estaba mal diseñado, tenía inconsistencias flagrantes con los objetivos perseguidos y carecía de apropiación por parte del gobierno. La debilidad central del programa fue su limitada ambición en cuanto a la consolidación fiscal y la continuidad del ilimitado financiamiento monetario”.
En ese sentido, señaló varios puntos: “Para diciembre de 2023, el programa había fracasado por completo”, dijeron. Y, según reportó Ámbito Financiero, dijeron que en ese momento “Argentina se enfrentó a una inminente crisis de la balanza de pagos. El déficit fiscal era mayor que cuando comenzó el programa. También lo era el déficit cuasi-fiscal del Banco Central. La inflación fue significativamente más alta que al inicio del programa y mucho más alta de lo que el programa imaginó. Las reservas internacionales netas fueron negativas. En todos sus elementos cuantitativos y cualitativos, el programa fracasó”.
Desde la gestión Milei aprovecharon el caso para destacar su propia iniciativa: “El programa económico implementado desde diciembre de 2023, fue totalmente diseñado y ejecutado por las nuevas autoridades (argentinas) sin ningún apoyo financiero adicional ni asistencia técnica del FMI”.
Y cerró: “Se implementó un programa integral de estabilización que incluía políticas fiscales, monetarias, sociales, financieras y microeconómicas. Si alguna de sus partes constituyentes no hubiera estado presente, lo más probable es que Argentina se hubiera enfrentado a una hiperinflación y a una contracción económica sin precedentes”.