Lejos del 0% prometido, la inflación se acelera y las proyecciones son desalentadoras

El IPC del Indec subió por sexto mes consecutivo. Las subas en alimentos y en tarifas, por la quita de subsidios, fueron los rubros clave.

11 de diciembre, 2025 | 21.30

Por las subas en tarifas y alimentos, la inflación volvió a acelerarse en noviembre pasado y ya lleva un semestre al alza. Pero, además, subió por primera vez en registro interanual, evidenciando que el Gobierno nunca logró perforar de manera definitiva el piso del 2%.

Así lo reveló el Indec este jueves, al precisar que el IPC del mes pasado fue del 2,5%. La cifra no solo supuso un incremento de 0,2 puntos respecto al 2,3% de octubre previo. Además, implicó el sexto mes consecutivo en el que la suba de precios aumenta (o no baja), partiendo del mínimo de 1,5% de mayo pasado.

El otro dato negativo es que se trató del primer IPC en el que la inflación interanual creció durante la era de Javier Milei, aunque levemente (31,4% versus 31,3% en octubre), debido a que el registro de noviembre de 2024 había sido de 2,4%, una décima inferior.

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Es decir, tras provocar una inflación inicial del 25% mensual por el shock devaluatorio, el Gobierno efectivamente logró un brusco descenso de la suba de precios hasta el terreno del 2%, lo que fue valorado en las elecciones. Sin embargo, después de ello nunca pudo perforar esa cifra de manera duradera, sufriendo, en cambio, un paulatino rebote.

Esto cuando el Presidente había prometido en campaña que la inflación sería del 0% tras entre 18 y 24 meses sin emisión ni déficit. Por lo visto, le queda solo 30 días para cumplirlo, aunque ya se atajó hace dos meses anticipando ahora que recién espera lograr ese objetivo en agosto de 2026. Como sea, la cuenta regresiva ya está en marcha y, por el momento, la misión va en sentido contrario.

Lo preocupante es que la inflación continúa amesetada en los mismos niveles que hace un año cuando la actividad sigue planchada, especialmente la industrial, y los salarios registrados no terminan de despegar. Si los precios no se aceleran más es porque las bajas ventas no lo permiten.

Este escenario hace que el sector privado espere que la inflación continuará siendo similar durante el próximo semestre. "Expectativas de depreciación estabilizadas dentro del esquema de bandas para los próximos 7 meses restan presión sobre precios, igual que la actividad moviéndose muy débilmente y el disciplinamiento que imponen las importaciones", señaló la consultora LCG.

Pero agregó que, "aun así, seguimos pensando que es difícil que el nivel de inflación converja rápidamente a tasas por debajo del 1% en el corto plazo" porque la "inercia sigue siendo relevante". Una tendencia que quedó plasmada en el 2,6% de inflación núcleo en el mes (que excluye a los precios regulados y los estacionales).

Tarifas y alimentos, los rubros clave

Los dos rubros que más aumentaron en noviembre fueron los vinculados a tarifas: "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles" lideró la lista con un 3,4%, seguido por "Transporte" con un 3%. El Indec precisó, por ello, que la categoría de precios regulados fue la que más creció, con un 2,9%.

En otras palabras, buena parte de la aceleración inflacionaria del mes pasado se debió a la decisión del Gobierno de comenzar a descongelar las tarifas luego de las elecciones, con el objetivo de cumplir con la progresiva quita de subsidios acordada con el FMI.

Fue así que Luis Caputo resolvió desregular el Mercado Eléctrico Mayorista y aumentar las tarifas de luz y gas por encima del 3%, además de ordenar una suba extraordinaria de un 9,7% en los colectivos nacionales del AMBA a mediados de mes.

Paralelamente, el rubro que más incidencia tuvo en el IPC final fue el de "alimentos", ya que estos aumentaron un 2,8%, también por encima del promedio. Principalmente, esto fue consecuencia de la suba de las carnes, que rondó un 6% en el mes, según C&T. La cifra se moderó parcialmente gracias al aumento de los estacionales por debajo del promedio (0,4% para todos los rubros en el mes).

Estas fuertes subas en los alimentos quedaron plasmadas en un nuevo incremento de la canasta básica por encima de la inflación general, ya que la Canasta Básica Total subió un 3,6% y la Canasta Básica Alimentaria aumentó un 4,1%. De este modo, el umbral de ingresos de una familia tipo para no ser pobre es de 1.257.329 pesos, y de 566.364 pesos para no ser indigente.

Más allá de estos rubros puntuales, el otro factor que probablemente incidió en el alza inflacionaria fue el tibio impulso a la actividad que el Gobierno ensayó el mes pasado, mediante el impulso a la baja de tasas, la flexibilización de los requerimientos para los encajes y la liberación de unos 5 billones de pesos al mercado en la licitación de la última semana de octubre.

Ello deja un dilema inquietante para Milei y Caputo de cara al 2026, ya que el mes pasado mostró que tendrán que decidir entre procurar una inflación que se mantenga por debajo del 3% a mediano plazo y empezar a cumplir con la promesa de crecimiento del bolsillo, que será la gran demanda de la segunda mitad del gobierno libertario.